La compañía de la Columbia en España: evolución e innovación en el material sonoro

La compañía de la Columbia en España: evolución e innovación en el material sonoro
06/19/2025

El pasado año 2024, Alejandro Inurrieta, nieto de Juan Inurrieta, quien fue dueño de la compañía Columbia en España, donó a la Biblioteca Nacional de España una serie de documentos asociados a la empresa discográfica.  

La compañía, en su origen denominada Columbia Graphophone Company S.A.E., significó no solo una apertura hacia un modelo más avanzado de la industria musical, sino una mejora e innovación de los materiales que hasta ese momento se utilizaban en los conocidos como discos de 78 rpm en España, aportando más durabilidad para su uso repetido o añadiendo complementos para su preservación. 

En este artículo repasaremos algunas de las incorporaciones más llamativas, que, aun pareciendo mínimas, supusieron un gran progreso no solo en el sector discográfico, sino también desde el punto de vista del usuario como consumidor. Además de estas incorporaciones, clasificadas en mejoras del material de los discos y en complementos de utilidad, nos detendremos en la evolución gráfica del logotipo de la empresa, así como en la de alguna de sus submarcas. Acompáñanos en este viaje por la historia de una de las discográficas de más renombre del siglo XX de nuestro país. 

Mejoras en el material de los discos

Es un hecho que la fabricación de los discos ha variado a lo largo de la historia fonográfica, ya sea en formato, material o aspecto. Los discos comúnmente llamados de microsurco se formaban gracias al resultado de la polimerización del cloruro vinílico, que no es más que un procedimiento químico que daba como resultado la solidificación del material. El transcurso y la mejora de este procedimiento, se valora en uno de los documentos del fondo documental de Juan Inurrieta, en concreto en la “Memoria descriptiva de la patente de introducción sobre procedimiento para la polimerización de cloruro vinílico”. 

Gracias a las mejoras en la composición del material que sustituía al problemático shellac, no solo se optimizó la calidad del sonido, sino que también se modificaron las dimensiones y capacidades de los discos, llegando a fabricarse en tamaños que iban desde los 10 hasta los 40 cm. Estos nuevos soportes se prensaban a temperaturas específicas que ayudaban a reducir el ruido de fondo. Además, al emplearse una aguja de zafiro —como la representada en la ilustración— con un ángulo de grabación entre 82º y 84º y un radio de entre 0,005 y 0,006 mm, se lograba una mayor fidelidad sonora, permitiendo grabaciones de hasta 30 minutos en una cara de 30 cm y de 5 minutos en una de 17 cm.

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Ilustración del zafiro utilizado para grabar las caras de los discos (1950). M.ARCH/17/15

Siguiendo con mejoras más audibles, pero también relacionadas con el proceso de fabricación, cabe destacar la incorporación de las resinas polivinílicas en el procedimiento para “que se utilicen materiales que resulten sumamente silenciosos que produzcan una adecuada resonancia y que permitan obtener una gama de frecuencias que había sido imposible alcanzar anteriormente”. Además de estas mejoras respecto al sonido, el uso de estas resinas permitía captar el sonido de una manera más adecuada, pero conservando siempre el tamaño estándar del disco

Pero no todo se basa en lo que se escucha, sino también en lo que se observa. Por ello, también se prestó atención a la parte visual de los discos, sin restarle importancia a la preservación de los mismos. Estas incorporaciones estéticas incluían “transparencias en ambas caras, motivos decorativos o leyendas perfectamente visibles e inalterables”, así como “fotografías de los intérpretes, decoraciones”, entre otros elementos. 

Sin embargo, la compañía no quiso que por una mejora visual se fabricasen discos más frágiles y, de hecho, los discos que hasta el momento se conocían como irrompibles “poseían una sonoridad impura y su uso era muy incómodo” y por ello la compañía siguió investigando en formas de compaginar esos factores. Es decir, estética, buena sonoridad, durabilidad y comodidad en un mismo disco. 

Complementos de utilidad

El mantenimiento de los componentes que hacen posible la escucha de los discos puede pasar desapercibido, pero es algo en lo que sí reparó la Columbia de Juan Inurrieta. Para ello se centró en la creación o introducción de complementos de mayor utilidad como los que vamos a ver a continuación.

El primero en el que nos vamos a detener es un “álbum mejorado para discos impresionados de máquinas parlantes”. Este álbum incorpora detalles que se centran en facilitar la identificación del contenido de los discos para evitar la manipulación en exceso del soporte. Uno de estos detalles es un pequeño portafichas en el lomo para anotar el título de la obra, pero, además, para “dotar también a los orificios de los sobres de una película transparente que permita ver la etiqueta sin necesidad de extraer el disco del sobre y (…) así evitar que entrase polvo en ellos”. No llegó a comercializarse, pero se conserva esta ilustración donde se perciben dichos elementos. 

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Ilustración del álbum mejorado con portafichas lateral y plástico protector en los orificios de las fundas (1942). M.ARCH/17/5 

Asimismo, se centró en las agujas de fonógrafo para las que ideó dos complementos: un estuche que mejoraba las cajas metálicas que se utilizaban y un dispensador. En cuanto al estuche, este permitía que, dándole la vuelta e introduciendo las agujas a granel, saliesen de manera automática y sin que hubiese que manipularlas, pero además evitando su oxidación o deterioro tal y como traía consigo el metal utilizado en las cajas. 

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Ilustración del estuche porta-agujas (1942). M.ARCH/17/4 y M.ARCH/17/6

Otra de las patentes de introducción es “un depósito en el que la salida de las agujas es automática y que dispone en su interior de una varilla en forma quebrada fija al fondo”. Su utilidad es la misma que el estuche explicado anteriormente, pero en otro formato más reducido.

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Ilustración del dispensador de agujas automático (1945). M.ARCH/17/7

Dentro de los complementos, también encontramos mejoras para los propios reproductores, o máquinas parlantes. Es el caso de esta manivela o “cigüeñal plegable” destinada a dar cuerda al motor, pero que una vez hecho esto se puede plegar y guardar. 

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Ilustración de la manivela plegable de una máquina parlante perteneciente a la Columbia Graphophone Co. Limited de Londres, Inglaterra (1925). M.ARCH/17/2 

Diversificación de marcas y su aplicación

Si por algo se caracterizó la Columbia Graphophone Company S.A.E. es por la diversificación de sus marcas para los diferentes nichos de mercado. Es por esto que encontramos variables dentro de la misma compañía. Muy destacable por ejemplo fue Discos Regal, destinada a promocionar el talento nacional. Pero igual que esta hubo muchas otras marcas para las que se ideó un logo, una imagen, un concepto, etc., a pesar de que no todas llegaron a ver la luz como fue el caso de Portafono. Sí que hubo otras como Viva-Tonal, ideada para “distinguir máquinas parlantes, discos, aparatos de radio y accesorios para los mismos”, o Revista Columbia, que gozaron de más éxito.

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Anuncio en un suplemento de Discos Regal (1931). M.FOLL/430/3
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Inscripción de Viva-Tonal en un disco de 78 rpm (aproximadamente 1930). DS/9514/5

La adquisición de las submarcas, así como de otras propiedades industriales-- previamente enajenadas por la Compañía del Grafófono Columbia S.A. de Barcelona y compradas en subasta por el empresario Álvaro de Malibrán--, trajo algunos pleitos legales. Para conocer más detalles acerca de esta disputa, se recomienda acceder al artículo “Los conflictos con el nombre comercial” disponible en Eresbil o al “Documento explicativo del proceso de subasta y compra de varias marcas españolas e internacionales propiedad de La Compañía del Grafófono Columbia S.A” de la Biblioteca Nacional de España.

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Collage de varias marcas encontradas en el fondo documental de Juan Inurrieta. Marcados con una cruz roja aquellas registradas por la Columbia Graphophone Company S.A.E. (2025)

En definitiva, lejos de limitarse a reproducir música, la compañía apostó por la innovación en materiales, diseño y funcionalidad, anticipándose a las necesidades de los usuarios y sentando precedentes en cuanto a calidad sonora, durabilidad y estética. Además, su capacidad para diversificar marcas y adaptarse a distintos públicos demuestra una visión empresarial avanzada para su tiempo. Este valioso legado técnico y cultural, ahora conservado en la Biblioteca Nacional, no solo enriquece nuestro patrimonio histórico, sino que también evidencia cómo la ingeniería, el diseño y el arte pueden converger y resultar en los formatos sonoros.

Lorena Jiménez Martínez y Marcela Busatto Jiménez

Personal de apoyo en el Departamento de Música y Audiovisuales 

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