Viajes rápidos a Cuba y Méjico

Los carteles de viajes y transportes son el documento que relata la peripecia de muchas familias españolas que en una época incierta tuvieron que buscar mejor suerte cruzando el mar. Para los españoles, América fue la tierra de las promesas y la zona de expansión natural donde aún se conservaban algunas posesiones como Cuba y Puerto Rico. Pero también se emigraba, lo cuentan estos carteles, a Méjico, Argentina, Uruguay, Brasil, etc., y a Filipinas todavía española.
Otra cosa que cuentan estos carteles es la transformación que se había producido en el transporte marítimo gracias a estos vapores trasatlánticos: en la velocidad: “Servicio Regular Semanal… para Rio-Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Valparaíso,…”, “Viajes rápidos a Cuba y Méjico”; en la comodidad: “Los señores pasajeros encontrarán espaciosos y bien ventilados alojamientos, pues estos vapores han sido construidos expresamente para el servicio a que se les destina. Hay baños y cuantas comodidades pueden apetecer en los climas en que han de navegar”; y en los precios: “Rebajas a familias”, “Rebajas por pasajes de ida y vuelta”, “Hay precios especiales para emigrantes…”, “Se harán rebajas a las familias…”, etc.
Un esquema muy semejante se repite en los mensajes de transportes marítimos. Al nombre de la compañía situado en la cabecera, a veces en forma de cúpula o semicírculo, le sucede la viñeta del barco. A continuación, los datos del viaje: puerto de salida y llegada, escalas, etc. Finalmente los datos relativos a precios, puntos de venta y advertencias. En cuanto a los mensajes de las compañías ferroviarias, la ubicación, más o menos centrada, del plano ordena los elementos a su alrededor que incluyen, en el caso más prolijo: nombre de la compañía y del servicio, detalles de los itinerarios, especificaciones sobre los billetes, y en la zona inferior las advertencias y condiciones.
La figura de los barcos surcando el mar es una imagen de indudables connotaciones ventureras y románticas, y resume muy bien algunos de los aspectos más característicos de lo que fue el siglo XIX. Un siglo de conquistas, de grandes avances en el campo de la tecnología y del conocimiento, un siglo de aventureros como Livingstone o Stanley, de la conquista del Oeste americano, de las exploraciones de los rincones más alejados o más escondidos del planeta, un siglo, en fin, en el que abundan los hombres intrépidos, viajeros, inquietos y ambiciosos. De corte alegórico y simbólico son otras figuras que aparecen en el cartel, las banderas, las conchas, el ancla, pero sobre todo el gorro alado del dios griego Hermes (equivalente al latino Mercurio) dios del comercio y de los mensajeros, sostenido sobre el caduceo, la vara en torno a la cual se entrelazan dos serpientes. Cuando aparece acompañado del tridente (aquí se muestran a los lados de la cartela inferior) Hermes es el protector del comercio marítimo.

[París : Compagnie Générale Transatlantique (Paris : Lithographie F. Appel, Parrot & Cie, Succrs., 12, Rue du Delta)