El viajero tiene un halo de romanticismo y aventura y el 18del turismo era hasta hora bastante más peyorativo. Pero estoy con Ana en que el turismo tiene una gran reflexión que hacer que le devuelva a la esencia del viaje que es conocer cosas, pura serendipidad en marcha. Y viajando se aprende, sobre todo a amar y a respetar lo diverso. A lo mejor se aprende tolerancia ¿no?
El viajero tiene un halo de romanticismo y aventura y el 18del turismo era hasta hora bastante más peyorativo. Pero estoy con Ana en que el turismo tiene una gran reflexión que hacer que le devuelva a la esencia del viaje que es conocer cosas, pura serendipidad en marcha. Y viajando se aprende, sobre todo a amar y a respetar lo diverso. A lo mejor se aprende tolerancia ¿no?