Es confortante saber que las instituciones están tomando un interés en este problema. Muchos de los documentos creados y conservados en soporte electrónico a finales del siglo XX ya se han perdido, debido a la falta de conocimiento sobre conservación, o en el caso de aquellos creados con sistemas operativos propietarios de ?procesador de texto?, simplemente porque el ?hardware? ya no existe. Unos años atrás, una firma de abogados me contacto en desesperación. Era necesario examinar varios miles de páginas en microfichas, un sistema relativamente bien-conocido, pero no habían podido encontrar un solo lector en toda la ciudad de New York.
Es confortante saber que las instituciones están tomando un interés en este problema. Muchos de los documentos creados y conservados en soporte electrónico a finales del siglo XX ya se han perdido, debido a la falta de conocimiento sobre conservación, o en el caso de aquellos creados con sistemas operativos propietarios de ?procesador de texto?, simplemente porque el ?hardware? ya no existe. Unos años atrás, una firma de abogados me contacto en desesperación. Era necesario examinar varios miles de páginas en microfichas, un sistema relativamente bien-conocido, pero no habían podido encontrar un solo lector en toda la ciudad de New York.