Una oda perdida de Francisco Sánchez Barbero: A Cristóbal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo

Una oda perdida de Francisco Sánchez Barbero: A Cristóbal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo
4 de Noviembre de 2013

Oda a ColónEn el Semanario de Zaragoza, núm. 197, de 1 de mayo de 1800, pp.268-272, apareció publicada una composición poética cuyo título reza así:

A Christobal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo. Oda, compuesta por Don Francisco Sánchez en el Real Seminario de Nobles de Madrid el 7 de Diciembre de 1799 para la Oposición a la Cátedra de Poética.

El poema, que se creía perdido, se encuentra entre los fondos de la Biblioteca Nacional de España, digitalizado en su Hemeroteca Digital. Gracias a ello ha sido posible su hallazgo.

Se trata, con absoluta certeza, de una obra del poeta salmantino Francisco Sánchez Barbero (Moriñigo, 1764 – Melilla, 1819), aquella oda que con tanto afán buscó el investigador y académico Leopoldo Augusto de Cueto y que lamentó no poder incluir entre las poesías de aquél en su obra Poetas líricos del siglo XVIII.

“Lo que sentimos no poder dar a luz entre las poesías de Sánchez Barbero es su oda A la expedición de Colón, mencionada por Quintana en la primera edición de sus poesías. Ha sido buscada afanosamente por los más distinguidos bibliógrafos en Madrid, en Salamanca y en Sevilla. Pero en balde: ni impresa ni manuscrita se halla esta obra en las principales bibliotecas públicas y particulares. Don Julián Sánchez Ruano, cansado de infructuosas investigaciones, opinaba que su ilustre antepasado no escribió la oda por completo, sino algunos trozos que enseñó a su amigo Quintana” (tomo II, p.592, nota).

Leopoldo Augusto de Cueto tenía noticia de esta oda por dos breves fragmentos citados por Quintana, seguidos de un comentario harto elogioso. En la primera edición de las Poesías de  Manuel Josef Quintana, de 1802, pp.165-166, como nota a un verso de la oda Al mar, puede leerse:

“No me puedo negar al gusto de citar aquí estos bellos versos de una oda moderna a la expedición de Colón.

……. Al puerto, amigos, Sus, corred y volad, que allá os espero. Dixo, y se abrió delante El tormentoso piélago sonante. Dixo, y la nave la salobre espuma Cortando va en silencio…..

Entre esa tabla delicada y frágil, Y el inconstante mar incierta vaga Tu vida. Escucha el impetuoso estruendo De las olas al cielo levantadas, Bramar los vientos, retemblar el polo, Y tu fin anunciando El trueno pavoroso retumbando,

¡Qué poesía! Y se admira más cuando se sabe que es una composición hecha en menos de veinticuatro horas, sin libros ni auxilio ninguno, en una oposición a la cátedra de Poética del Real Seminario de Nobles de Madrid. Su autor D. Francisco Sánchez no deberá defraudar a la literatura española de las esperanzas que ha hecho concebir por esta y otras pocas obras suyas que se conocen”.

Hasta la fecha no se tenía noticia de que se hubiese publicado la oda a Colón de Sánchez Barbero, ya que no aparece recogida como obra suya en el volumen VII de la Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII, de Aguilar Piñal; y si figura en algún repertorio, será a nombre de un tal Francisco Sánchez, por no haber tenido presente o ignorar el hecho de que aquél solía firmar sus obras –cuando lo hacía– prescindiendo de su segundo apellido. Por lo demás, los estudiosos de la vida y obra de Sánchez Barbero conocen, si acaso, tan sólo los versos que cita Quintana.

Huelga decir que Cueto formó, a partir de la noticia de Quintana, un título aproximado para el poema, en parte erróneo; cabe señalar, empero, que en su correspondencia se refería a ella siempre como la oda a Colón. Más extraño es aún que jamás hiciera mención de la circunstancia que dio origen a la oda, a saber, que ésta era un ejercicio de la oposición a la cátedra de Poética del Real Seminario de Nobles de Madrid convocada en 1799, ni tampoco del hecho de que a ella se presentara Sánchez Barbero.

En marzo de 1862 Ramón de Mesonero Romanos puso a disposición de Cueto, a ruego de éste, una colección de poesías inéditas y una biografía de Sánchez Barbero. Aun cuando hubiera iniciado años antes los trabajos de recopilación, por lo que hace a la obra de éste, todo parece apuntar al hecho de que no fue sino entonces cuando empezó a ocuparse – al menos de manera sistemática – de ella, pues en la correspondencia de Cueto que se conserva no aparece, que yo sepa, mención alguna de Sánchez Barbero de fecha anterior. No creo, por tanto, que Cueto pudiese inquirir al respecto a Ignacio Hermenegildo de Rucabado, bibliotecario de extensos conocimientos bibliográficos, pero ya anciano hacia 1855 y fallecido en 1857 con más de cuarenta años de servicio en la biblioteca de los Reales Estudios de San Isidro, y de la cual ya en 1813 era oficial 4º. Fue colega, por tanto, de Sánchez Barbero, en esa fecha oficial 2º de dicha biblioteca, e incluso presumiblemente amigo, pues parece ser el destinatario de la oda latina nº XIV, publicada en 1935 por C. Rodríguez Aniceto. Añadiré, de paso, aunque no crea que en él se encuentre la oda que nos ocupa, que en la Biblioteca Nacional se conserva un manuscrito, el MSS/12932/6, del cual no se valió Cueto para su edición, que procede de la colección de Luis de Usoz y es una copia de los originales en prosa y en verso de Sánchez Barbero que tenía E. [sic: Hermenegildo escrito sin hache] Rucabado.

José Simón Díaz, en su Historia del Colegio Imperial de Madrid, tomo II (1959), da noticia de esta oposición a la Cátedra de Poética (pp.203-204) y de uno de los ejercicios de Francisco Sánchez (p.152), así como, en otros pasajes, de Francisco Sánchez Barbero.

Sospecho que el insigne bibliógrafo no cayó en la cuenta de que el mencionado Francisco Sánchez era, en realidad, Francisco Sánchez Barbero, ya que figuran por separado en el índice de nombres.

Luis Miguel Pradas Poveda Investigador

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