Boccherini contra el rey
¿Puede un músico de la Corte llevar la contraria a un rey? Cuenta la leyenda que Luigi Boccherini a punto estuvo de llegar a las manos con Carlos IV, lo cual le valió una suerte de exilio durante el que compuso gran parte de su obra. ¡Bendito exilio!
Luigi, llamado Luis durante su larga estancia en España, se había labrado una merecida fama como virtuoso del violonchelo en Italia y especialmente Viena. En nuestro país trabajó desde 1769 bajo el mecenazgo del Infante Don Luis, hermano menor del rey Carlos III. Un día, acompañando al entonces príncipe Carlos IV en un dúo, el monarca exigió que se cambiara una sección que consideraba monótona, por tener muchos silencios. Boccherini se negó rotundamente, al parecer afirmando que no basta con ser rey para entender de música. Los relatos de la época adornan este episodio con tanta floritura que es complicado averiguar qué ocurrió en realidad.
Casi un siglo después la historia había engordado tanto que El Globo, el 7 de enero de 1880, llega a afirmar que “Y rugiendo de cólera, don Carlos, cual nuevo Segismundo, cogió a Boccherini por el traje, lo levantó con toda la fuerza de sus brazos, lo hizo pasar por la ventana y lo suspendió en el abismo”. Se hace eco de la misma historia El Liberal, el 14 de enero de 1895, y otros periódicos engordan la historia cual bola de nieve añadiendo detalles literarios como estos.
Como consecuencia de este episodio, Boccherini se unió al Infante Don Luis, despedido de la Corte tras casarse con una plebeya, en un pequeño pueblo abulense, Arenas de San Pedro. Allí, continuó su labor compositiva hasta la muerte de su mecenas en 1785. Tras esta, tuvo que afrontar, además, la pérdida de sus dos esposas y dos de sus hijas.
Murió, casi en la pobreza, en 1805 en Madrid, ciudad a la que dedicó una de sus composiciones más célebres: la Musica notturna della strada di Madrid (quinteto de cuerda en Do mayor, Op. 30 No. 6, G324). Esta obra narra el ambiente nocturno en las calles de la capital: las campanas de las iglesias, los ciegos pidiendo limosna y los últimos juerguistas retirándose a sus casas.
Esta pieza apareció tras su muerte, ya que no esperaba que nadie comprendiera el verdadero significado de la obra fuera de España, o que ningún músico extranjero fuera capaz de interpretarla correctamente. No sospechaba que su obra se convertiría en todo un éxito internacional al formar parte de la banda sonora de la película Master and Commander.
Enterrado en la Basílica de San Miguel, en Madrid, sus restos fueron trasladados a su ciudad natal, Lucca, por orden de Benito Mussolini en 1927.
La Biblioteca Nacional de España tiene la suerte de contar con obras de Boccherini entre sus tesoros más preciados. Es el caso de un manuscrito que contiene varios íncipits musicales enviados al editor Pleyel (fechado alrededor de 1796). Fue una de las piezas mostradas en la exposición Tesoros al Descubierto, ahora disponible online. En 2006 se adquirió una partitura manuscrita de la Scena de Ines de Castro, que se consideraba perdida en el catálogo de obras del autor elaborado por Yves Gérard. Además, la Bibilioteca Digital Hispánica ha digitalizado varias de sus obras, como el manuscrito del inédito Concierto a piu instrumenti y varias obras impresas.
Por otra parte, la BNE dispone de numerosas ediciones (y grabaciones sonoras) de sus obras que puede consultar cualquier lector o investigador en la Sala Barbieri. Entre ellas destaca un rollo de pianola que contiene la grabación, realizada en 1905, de su otra obra más popular: el Minuet (Quinteto de cuerda en Mi mayor, Op. 11, No. 5; G 275).
También es posible acceder a gran parte de su producción musical impresa a través de la biblioteca digital Petrucci.
Estupendo blog... enhorabuena.... y gracias por difundir las colecciones de música