De Clifford a Kâulak y de Juliá a Calvache: un paseo fotográfico guiado (III)
Vda. de Amayra, calle del Príncipe nº12
BNE: 17-39-10
Parada 5 (elaborada por Amparo Beguer):
Calle del Príncipe, 11: “Franzen. Fotógrafo de reyes y rey de la fotografía”
Christian Franzen y Nissen nació el 18 de diciembre de 1863 en Dinamarca y murió el 17 de septiembre de 1923 en Madrid. Fue en esta ciudad donde en 1897 abrió una galería fotográfica en la calle del Príncipe 11.
Franzen unía el dominio de la técnica con un gusto exquisito. Su estudio, que alcanzó gran prestigio entre la burguesía, fue punto de encuentro de intelectuales, políticos y aristócratas. Sus clientes, entre los que se encontraba la familia real, eran miembros de la alta sociedad, casas nobiliarias, burguesía, políticos, artistas y literatos.
El 7 de julio de 1899 fue nombrado proveedor oficial de la Real Casa por la reina regente Mª Cristina y autorizado a estampar el escudo real en sus fotografías. Franzen era conocido como “fotógrafo de reyes” a lo que él, en confianza, añadía: “…y rey de la fotografía”
Franzen, trabajador infatigable, no se quedaba en su galería siempre abarrotada de clientes, salía a la calle en busca de reportajes, hacía ambulancias, retrataba la vida y costumbres del Madrid decimonónico. Su especialidad fue la fotografía de interiores y la fotografía nocturna. Inventó un aparato con el cual se podía hacer fotografías en recintos cerrados a cualquier hora del día.
Alfonso XIII y María Cristina, 1906
BNE/BDH: 17/177/19
Colaboró con diversas publicaciones como La Ilustración Española y Americana, Nuevo Mundo, El arte del Teatro, Gran Vida y Blanco y Negro, desde su creación.
En esta última publicación, en 1895, ilustra tres secciones:
1. “Estudios fisonómicos”: retratos de un actor durante la representación de una obra en las diferentes poses que caracterizaban su personaje o su actuación.
2. “Madrid de noche”: Utiliza magnesio para realizar estas fotografías. Recorre cafés, tertulias, teatros, salas de redacción y palacios de la aristocracia, en los que retrata, en su ambiente, a las personas que acuden habitualmente. Hacia 1899, con muchas de las imágenes de interiores aristocráticos, publica el libro Los salones de Madrid, con prosa de Monte-Cristo y prólogo de Emilia Pardo Bazán.
3. “Fotografías íntimas”: Ilustra los textos de Gabriel R. de España con retratos, escenas y rincones populares
La mayor parte del archivo Franzen se conserva en RTVE. Gran parte de las fotografías custodiadas por la BNE forman un grupo bastante homogéneo, son fotografías muy cuidadas en su mayor parte de la familia real, proceden del Registro de la Propiedad Intelectual. Están firmadas por el fotógrafo y llevan estampillado su número de Registro.
Interior del estudio Juliá en la calle Visitación nº 1, ca. 1860
BNE: 17-LF/46 (045)
Parada 6 (elaboración Amparo Beguer):
Calle del Príncipe, esquina Visitación: “Sin rival en retratos de niños”
Eusebio Juliá nace en 1830 y muere 1895 en Madrid. Juliá abre en 1855 su primer gabinete en la calle Visitación 1 con la ayuda económica de la familia de su esposa, Sebastiana Vaca, que será su colaboradora. En abril de 1864 se traslada a un nuevo establecimiento, mucho más amplio y lujoso, en la calle Príncipe 27, abierto hasta 1881, fecha en la que traspasa el negocio Francisco Amayra. En 1870 abrió una sucursal en París, en el número 50 de la rue Faubourg Saint Denis.
Lo que diferencia a la galería de Juliá de otras es la introducción del llamado método “relámpago” en los retratos que acortaba los tiempos de exposición y revelado. Este avance implica que el tiempo de posado de 1 minuto se reduce a una sexta parte. Una de las consecuencias es la naturalidad de los posados, la otra, es una mayor facilidad para realizar retratos infantiles, que incluye entre sus especialidades, de ahí su lema: “Sin rival en retratos de niños”, lo que contribuyó a que se convirtiera en uno de los gabinetes de retratos más reconocidos en Madrid. Juliá también publicitará otras especialidades como la fotografía de animales (en 1857 recibe un encargo oficial para tomar fotografías de los animales premiados en la Exposición Agrícola de Madrid) y el iluminado de fotografías. Durante muchos años los retratos fotográficos coloreados son los más estimados y caros. Juliá responde a esta demanda incorporando a su taller la pintura al óleo: sus pintores tanto coloreaban una figura a tamaño natural como realzaban un pequeño retrato.
Juliá recibe numerosos premios nacionales e internacionales en las exposiciones de París (1867 y 1878), de Zaragoza (1868), etc., menciones que invaden las traseras de sus cartes de visite.
En 1862, con el nombre de Galería biográfica de españoles célebres, realiza una recopilación de retratos de personajes notables con sus correspondientes biografías, optando casi siempre por la imagen de busto oval, como hará en la edición de lujo del Almanaque de E. Juliá para 1873. Este Almanaque es otro de sus aciertos comerciales. Juliá encarga a escritores coetáneos de éxito un texto específico para esta publicación e ilustra cada escrito con un retrato fotográfico de su autor.
Amparo Beguer Belén Palacios