Galerías, casas de subasta y Urban Art: evolución y paralelismos en las prácticas de arte independiente
Rita Lucía Amor García
Ge-conservación, ISSN 1989-8568, n. 16, 2019, p. 125-133
Se realiza un recorrido desde los años 70 del siglo XX hasta la actualidad, en relación al llamado arte público independiente, liderado por los movimientos del grafiti y el street art o arte urbano, que en origen usaron la calle y los espacios públicos como lugar y soporte para su creación, desarrollo y exposición. Con el tiempo estas propuestas empezaron a hacer uso, al igual que otros artistas contemporáneos, de espacios más tradicionales o institucionalizados, y de sectores comerciales, para exponer su obra. Entre los años 70 y 80 del siglo XX, y al mismo tiempo que el grafiti se desarrollaba en Nueva York y se expandía por EEUU y Europa, se celebraron
las primeras exposiciones vinculadas con el movimiento y sus practicantes. Respecto al público, el interés, en un principio minoritario, fue expandiéndose poco a poco, desde un entorno cercano a sus creadores, hacia un público más general. Sin embargo no fue hasta los años 90 cuando el arte público independiente realmente despertó el interés en círculos más generales. Estas formas de arte recordaban al grafiti pero mostraban diferencias en el estilo y una diversidad notable en los mensajes. Después de muchos intentos en el uso de terminología para identificar estas formas, como post-graffiti, acabó imponiéndose el término street art, a nivel internacional y arte urbano en España, para designar esas muestras de arte alternativo en el entorno público que no fueran grafiti. En 2008 se realiza la “Street Art”, en la Tate Modern, primera exposición temporal relacionada con este movimiento en un museo público. La inclusión y expansión de obras vinculadas a prácticas de arte independiente dentro del espacio museístico no significa la pérdida de identidad de las obras “libres” en entornos “normalizados” o “pseudo-institucionalizados” sino que se trata de otras obras estéticamente muy similares, pero que conceptualmente suelen mostrar diferencias. Con la aceptación de obras alternativas dentro del entorno comercial, y el incremento tanto entre seguidores como en la demanda por poseer obras de ciertos artistas, las casas de subasta se introdujeron como partícipes en este intercambio.
https://ge-iic.com/ojs/index.php/revista/article/view/701
Resumen elaborado por María Osuna González