Editorial Lumen

Pero su vida cambió cuando en 1959 su padre compró Lumen, una editorial de libros religiosos que había sido fundada por su hermano, Monseñor Tusquets, en Burgos, en 1936. Terminada la guerra, la editorial se había trasladado a Barcelona y con esta operación, el padre de Esther perseguía dos objetivos, por un lado, apoyar al hermano que en esos momentos dirigía la editorial, y que necesitaba capital para otros negocios, y por otro, ofrecerle a su hija Esther una oportunidad profesional interesante. La editorial prácticamente funcionaba por sí sola gracias a la salida garantizada de los libros de religión y la propuesta para Esther era que editara dos o tres libros al año, que le interesaran verdaderamente.

Lumen arrancó encargando narraciones infantiles a autores consagrados, recogidas en la colección Grandes Autores y bellamente editadas. Como Ana María Matute acababa de ganar el Premio Nadal, fue ella la que inició la colección con El saltamontes verde. A Gloria Fuertes le encargó en 1968 unos relatos infantiles, aunque hasta entonces sólo había escrito poemas, de modo que se publicó Cangura para todo, que obtuvo un gran éxito.

Poco después llegarían colecciones como “Palabra e imagen”, combinación de textos y fotos, en los que publicó a figuras como Camilo José Cela y Miguel Delibes. “Palabra en el tiempo” estaba dedicada a la ficción y publicó obras de autores de calidad como Beckett, Styron, Woolf, Joyce, Céline y alguno de ellos nunca antes publicados en España, es el caso de Susan Sontag. Descubrió talentos como el de Gustavo Martín Garzo, que pasó de publicar en un sello local a ganar el Premio Nacional de Literatura con El lenguaje de las fuentes.  En “Femenino Singular” publicó a Woolf y Djuna Barnes, entre otras. Y en poesía publicaban Neruda, Alberti, Pizarnik o Gil de Biedma.

Mafalda y El nombre de la rosa

Esther Tusquets siempre ha dicho que lo lógico habría sido que la editorial hubiera cerrado al cabo de un par de años, básicamente cuando su padre se hubiera cansado de perder dinero. Sin embargo, tuvo dos golpes de suerte que cambiaron la trayectoria de Lumen: Mafalda y El nombre de la rosa. Durante una Feria de Frankfurt de finales de los sesenta, se encontró con la posibilidad de editar las historietas de Quino debido a que a Carlos Barral no le interesaban para Seix Barral, de modo que se las ofrecieron a Lumen. Lo que se inició como una modesta edición del primer cuaderno de Mafalda, en 1970, se convirtió en un éxito sin precedentes y hasta la actualidad se han vendido millones de ejemplares.

Lo cierto es que Quino, que tras su éxito recibió multitud de suculentas ofertas de otras editoriales, siguió fiel a Lumen. Algo parecido fue lo que ocurrió con la segunda oportunidad de éxito, que también se gestó en la Feria de Frankfurt. De nuevo Carlos Barral, quien puso en contacto a Umberto Eco con Lumen para que le editara una serie de artículos dispersos, sin embargo, Seix Barral, acabó ofreciendo a Lumen un título que ellos no podían editar por ajustes en la programación de ese año. De modo que Lumen editó Apocalípticos e integrados. En el curso de los años siguientes fueron publicando los libros de ensayo de Eco, y cuando en 1980 se lanzó en Italia con mucho éxito El nombre de la rosa, con las consiguientes ofertas de otros editores para el mercado español, Eco consideró que su editor en España era Lumen y les dio la novela, que alcanzó un éxito sin precedentes.

Lumen se había convertido en una de las editoriales de referencia durante la Transición, junto a Anagrama y Tusquets Editores, fundada por Beatriz de Moura y Óscar Tusquets, hermano de Esther.

Esther Tusquets tuvo dos hijos, Milena y Néstor, y se inició como escritora en 1978 con la novela El mismo mar de todos los veranos. Más tarde, El amor es un juego solitario (1979) y Varada tras el último naufragio (1980), completaron la trilogía. Otras novelas son:  Para no volver (1985), Con la miel en los labios (1997) y ¡Bingo! (2007). Publicó también relatos:  Siete miradas en un mismo paisaje (1981), La niña lunática y otros cuentos (1996) y Correspondencia privada (2001), entre otros. Recopilación de textos ensayísticos como Prefiero ser mujer (2006) y Pequeños delitos abominables (2010). Sus novelas han sido traducidas a diversos idiomas, obteniendo un notable éxito de crítica. Confesiones de una editora poco mentirosa (2005), Habíamos ganado la guerra (2007), Confesiones de una vieja dama indigna (2009) y Tiempos que fueron (2012), integran sus memorias.

Tras cuarenta años dirigiendo la editorial, en 1996 vendió el 80% a la multinacional Bertelsmann, a través de Random House Mondadori. Sin embargo, tras jubilarse, creó en 2002 un pequeño sello con su hija Milena, RqR.

Esther Tusquets falleció en Barcelona, a causa de una pulmonía, el 23 de julio de 2012.

(Servicio de Información Bibliográfica)