Primogénito de cuatro hermanos, estudió en el Instituto de Bilbao, donde fue alumno de Unamuno. Estudiante brillante, fascinado por la medicina, pero interesado también por las letras y el arte, viajó con su padre a Alemania donde realizó su formación preuniversitaria en el Gymnasium de Wiesbaden.

Formación médica

Comenzó la carrera de medicina en la Universidad Central de Madrid en 1897, donde fue discípulo de Ramón y Cajal. Francisco Giner de los Ríos, al que le unía una fuerte amistad, le puso en contacto con el médico y psiquiatra Luis Simarro Lacabra, lo que acrecentó su interés por la neurohistología.

En 1899 viajó con su hermano a Alemania para seguir su formación en la Universidad de Marburg. Sin embargo, la enfermedad de éste, les obligó a regresar a Madrid y Nicolás cursó por libre los tres últimos años de la carrera. Realizó estancias de investigación en diferentes laboratorios de Francia, Italia y Alemania, donde trabajó con Alois Alzheimer, y en 1906 presentó su tesis Contribución al estudio de la anatomía patológica de la rabia.

Carrera profesional

En 1908, a los 28 años, Alzheimer le recomendó ante las autoridades estadounidenses, para que dirigiera el Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Psiquiátrico Federal en Washington. Allí permaneció dos años, tiempo en el que: publicó artículos sobre histopatología, fue invitado por el presidente Rooselvet a una recepción en la Casa Blanca y conoció al pintor Joaquín Sorollla con ocasión de una de sus exposiciones. Sin embargo, en 1910 regresó a Madrid para casarse con su prima, Lola Artajo, en contra de la opinión familiar.

En Madrid consiguió por oposición la plaza de Médico en el Hospital Provincial, además de ejercer la psiquiatría de forma privada. En 1912 fue invitado junto a Jung y otros psiquiatras americanos a dar un curso sobre enfermedades mentales en la Universidad de Forham (Nueva York), siendo nombrado Doctor Honoris causa. A su vuelta, la Junta de Ampliación de Estudios le concedió la dirección del Laboratorio de Investigaciones Biológicas (embrión del futuro Instituto Cajal), donde se formaron algunos de los más brillantes especialistas españoles del siglo XX en histopatología, neurohistología y neuropatología.

Muy cercano al círculo de intelectuales y escritores de la Edad de Plata como Ortega, Marañón, Pío Baroja y Unamuno, colaboró en la fundación del laboratorio de la Residencia de Estudiantes. A Juan Ramón Jimenez le trató, además de como amigo, como médico.

Contribuciones científicas

Muy importantes fueron sus investigaciones sobre las células en bastoncillo o Stäbchenzellen, así como el procedimiento que lleva su nombre, un método de tinción con tanino y plata amoniacal. Otra de sus importantes aportaciones se basa en el estudio del ganglio cervical simpático en la enfermedad de Korsakow. Sus estudios sobre la demencia senil fueron igualmente meritorios.

Achúcarro, científico prolífico, publicó más de cuarenta artículos, muchos de ellos en revistas extranjeras, aunque la mayoría aparecieron en revistas del entorno del Laboratorio de Investigaciones Biológicas, Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biológicas y en el Boletín de la Sociedad Española de Biología. Una producción científica de enorme calado que se tradujo a varios idiomas.

En 1915 aparecieron los primeros síntomas de la enfermedad de Hodgkin, que él mismo se diagnosticó, falleciendo el 23 de abril de 1918.

(Servicio de Información Bibliográfica)