Sistemas de escritura contemporáneos y alternativos al braille

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Sistemas de escritura contemporáneos y alternativos al braille
Ciclo o programa de actividades

Conferencia a cargo de Begoña Consuegra Cano, técnica de la Dirección de Cultura y Deporte de la ONCE.

El sistema de lectoescritura braille está aceptado universalmente como el método por el que las personas ciegas acceden a la cultura escrita. Pero su implantación tardó en conseguirse al menos unos 50 años y durante algunos más tuvo que convivir con otros sistemas, generalmente basados en las letras del alfabeto latino, tanto en relieve continuo como en relieve punteado, aunque tampoco faltaron intentos de hibridación entre los caracteres visuales y el braille e, incluso modificaciones del sistema braille, especialmente en Norteamérica, que acabarían dando lugar a la conocida como “guerra de los puntos”.

En España no faltan ejemplos de todas esas posturas: el sistema llorens, de caracteres visuales en relieve; el sistema sor, un intento para conjugar el braille y los caracteres visuales; y el sistema abreu, un braille de ocho puntos utilizado para la notación musical son los más conocidos.

La pervivencia de estos sistemas, pese a que generalmente adolecen de dificultades para ser reconocidos por el tacto, para ser reproducidos por los usuarios o ambas cosas a la vez, se alimentaba de distintas circunstancias:

  • El peso que tenía en los programas educativos la tradición.
  • La primacía del sentido de la vista para acceder a la información y la cultura a raíz de la mejora de la imprenta y los nuevos descubrimientos sobre óptica.
  • La preocupación por el control por parte de los docentes, en los primeros años mayoritariamente videntes, para los que era más fácil relacionarse con los sistemas de caracteres visuales en relieve.

Aunque en el discurso oficial el argumento utilizado era el de la necesidad de integración de las personas ciegas en la sociedad de los videntes, para lo cual era necesario compartir un código común.

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