Escribir el mejor libro del mundo: Ramón Llull, maestro en la producción y distribución de libros
martes 16 de febrero de 2016, a las 19:00 h.
Este acto se retransmite en directo desde la web
Conferencia Escribir el mejor libro del mundo: Ramón Llull, maestro en la producción y distribución de libros
Escribir un libro, el mejor del mundo, contra los errores de los infieles. Junto a la predicación hasta el martirio y la fundación de centros de formación para futuros misioneros, éste fue uno de los tres objetivos que, tras su conversión al servicio de Dios, se fijó Ramon Llull (1232-1315/16) como eje de su vida. Una breve declaración que tras de sí esconde en realidad dos elementos, uno visible, el otro más difícil de percibir. El elemento visible lo conformará su Arte, un método que recibió por iluminación divina con el que podía resolver cualquier cuestión que el ser humano fuera capaz de imaginar y que, a la postre, debiera servir a la conversión completa de los infieles. El elemento más difícil de percibir es, en cambio, la importancia que Llull confirió al libro, a la palabra escrita, en donde acabó por encontrar la herramienta perfecta para sus propósitos y la convirtió en el sustento de toda su actividad religiosa, científica, política y social.
En este sentido, resulta imposible desvincular la biografía de Ramon Llull de la palabra escrita. No en vano el catálogo de sus obras cuenta con en torno a doscientos títulos, a los que cabría añadir los múltiples apócrifos que se confeccionaron tras su muerte. Escritos en períodos de retiro, entre viajes, en estancias dentro y fuera de Europa, en múltiples contextos, todos y cada uno de esos libros tuvo una función concreta y daba soporte a las acciones que Llull realizaba en cada momento. En realidad, la importancia que confirió al libro se deja entrever en la sagacidad que tuvo a la hora de componer los diferentes títulos: escribió en tres lenguas (catalán, latín y árabe), que adaptaba al lector potencial; manejó estilos y registros, pasando del más puro tratado escolástico a la novela y el poema, la alegoría y el sermón; dedicó infinitud de libros a autoridades y personajes, entre los que se encuentran reyes, nobles y papas; y supo, al final de su vida, organizar los libros en tres bibliotecas –la Cartuja de Vauvert (París), la casa del noble Percival Spinola (Italia) y el monasterio de La Real (Mallorca)–, asegurarse su compilación e incluso prever fondos para su copia y difusión.
¿Quién fue Ramon Llull? ¿Por qué tuvo esa fijación con la palabra escrita? ¿Qué escribió? ¿Cuándo lo escribió? ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué lo escribió? ¿Qué temas abordó? ¿Cuáles fueron las consecuencias para él de sus escritos? ¿Cómo se percibió en el contexto su producción? ¿Cómo recibió la tradición los escritos de Ramon Llull? ¿Dónde se conservan sus libros? ¿Cómo se catalogan y consultan sus obras? Cuestiones, todas ellas, necesarias para entender esa estrecha relación de un autor complejo, no siempre bien entendido por la tradición, seguido por muchos, odiado por otros tantos. Cuestiones, todas ellas, que se irán analizando con objeto de entender el porqué de una de las más voluminosas producciones escritas del Medioevo, al menos en cuanto a cantidad de títulos, de la Edad Media, que ha hecho que, setecientos años después de su muerte, el pensamiento de este autor siga estando presente en el modo de ser y de hacer de la tradición occidental.
Antoni Bordoy es profesor del Departamento de Filosofía y Trabajo Social en el área de Filosofía en la Universitat de les Illes Balears. Es especialista en Filosofía Antigua y Medieval, con más de una cuarentena de publicaciones sobre el tema. Ha participado en más de ocho proyectos de investigación, nacionales e internacionales y ha realizado diversas estancias de investigación en centros como el Centre National de la Recherche Scientifique (Francia).