La Cosmographia de Ptolomeo

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La Cosmographia de Ptolomeo

Comenzaremos por la Cosmographia de Ptolomeo, protagonista indiscutible de esta historia, por ser los primeros mapas cuya ausencia advertimos, por dar nombre a la operación, y por haberse recuperado en lugares tan alejados de Madrid como Sydney y Nueva York.

De Ptolomeo sabemos que fue matemático, astrónomo y geógrafo. Nació en Egipto y vivió en la Alejandría bajo dominio romano. Trabajó en su mítica biblioteca, donde desarrolló una gran obra en la que reunió y compendió todos los saberes científicos del mundo clásico. Su tratado científico sobre geografía imperará en la cultura europea durante quince siglos.

La tradición ptolemaica, perdida durante la Edad Media, se conservará gracias a la cartografía islámica. A principios del siglo XV Jacobus Angelus terminó la traducción al latín de la Geografia de Ptolomeo, que se había mantenido vigente entre los árabes y que había conocido sucesivas traducciones en lengua griega. Traducida con el nombre de Cosmopgraphia, será redescubierta por la ciencia renacentista y experimenta un gran impulso gracias a la invención de la imprenta. La obra de Ptolomeo se convierte en todo un éxito editorial, manteniéndose entre las obras científicas más reeditadas hasta finales del siglo XVII. Gran parte del éxito se debió a las aportaciones de los grandes geógrafos y cartógrafos que la irían enriqueciendo.

Sus primeras ediciones

La primera edición impresa apareció en Vicenza en 1475, aunque sin mapas. Le siguió la traducción hecha en Bolonia en 1477, que incluye un mapa del mundo según la proyección de Ptolomeo y veinticinco mapas regionales.

Después de la edición de Bolonia apareció otra en Roma en 1478 y posteriormente otra edición en Florencia en 1482, la primera en italiano y la primera también, junto con la de Ulm, que incluyó mapas modernos.

La edición de Ulm de 1482 fue la primera aparecida fuera de Italia, y sin lugar a dudas la más importante. La Biblioteca Nacional cuenta con dos ejemplares, que son los que ahora exponemos. Uno de ellos, el que lleva la signatura Inc/1475, aparecido en Sydney, y el Inc/116, localizado en Nueva York.