Los papeles del cambio. Revolución, edición literaria y democracia 1968-1988
A veces los cambios más importantes son invisibles e inaudibles. Con motivo del 40 aniversario de la aprobación de la Constitución Española la Biblioteca Nacional de España y Acción Cultural Española (AC/E) han organizado la exposición Los papeles del cambio. Revolución, edición literaria y democracia 1968-1988, concebida en torno a los editores que promovieron, en España y desde el exilio, la profunda transformación moral, civil, cultural y política de la sociedad a través de sus catálogos. Estará abierta hasta el 10 de marzo del 2019.
Tanto antes como después de 1978 la cultura española nueva vivió un prolongado y creciente tránsito desde los ensueños de la revolución hasta la ruptura pactada con el franquismo y contra el franquismo.
Aunque casi nunca alcanzaron el primer plano, los editores de carácter literario o humanístico fueron agentes activos y muy relevantes de las sacudidas que la sensibilidad vivió en una prolongada Transición cultural. Habían sido agitadores antifranquistas no sólo de signo político e ideológico, y siguieron siéndolo después de la muerte de Franco y tras la aprobación de la Constitución en 1978: por eso una sección muestra la clandestinidad furtiva de tantos títulos antes de ese año, y la difusión diáfana y dignificada de esas misma obras en los años posteriores.
La exposición, comisariada por Jordi Gracia, muestra las rutas que la edición literaria promovió en casi todos los ámbitos de la vida pública, con un eje divisor en 1978 marcado por la Constitiución y por la desaparición de la censura. La nueva oferta literaria y editorial de la época lo abordó casi todo: las vías de la subversión armada, la reconstrucción veraz y no amputada del pasado, el humor como la mejor arma de corrosión sistémica, la voz imprevisible y desafiante de los novelistas y los poetas, cantados o leídos, la exploración compulsiva de los placeres prohibidos.
Desde entonces el impulso explorador e internacionalista no cede ni se reprime: la segunda parte de la exposición, ya en los años ochenta, atiende sobre todo a aquellas editoriales que globalizaron la lectura literaria en España para que empezase a ser verdad que aquí leíamos ya, por fin, lo mismo que leía el resto de Europa. Se había creado al nuevo lector de la democracia en cualquier género y formato.
Entre las obras expuestas, además de las primeras ediciones de algunos de los libros más significativos de esos años, conservadas en la Biblioteca Nacional, se podrán hojear decenas de libros, revistas y fascículos que estarán accesibles al público para su libre consulta.
En paralelo a la exposición habrá charlas y actividades que abordarán sus principales ejes temáticos, como los talleres El carrusel del cambio, ¡Libertad, libertad! Y Mamá quiero ser librero.