La BNE adquiere un inusual libro de horas de los hermanos Hardouyn de 1520

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La BNE adquiere un inusual libro de horas de los hermanos Hardouyn de 1520
Los libros de horas fueron los principales manuales de rezo para los fieles laicos entre los siglos XIV y XVI
13 de Junio de 2019

Los libros de horas fueron los principales manuales de rezo para los fieles laicos entre los siglos XIV y XVI y se hicieron particularmente populares en París. La Biblioteca Nacional ha adquirido uno de estos ejemplares, concretamente una rara edición impresa por el taller de los hermanos Hardouyn, el Libro de horas al uso de Roma, cuya fecha se sitúa en torno al año 1520.

Su singularidad se debe a su escasez, ya que los ejemplares en bibliotecas españolas de libros de horas de este taller cuentan con un número muy reducido, especialmente los ilustrados con estampas diferentes.

Este ejemplar se suma a la colección que conserva la BNE y que se compone por un total de treinta y tres libros de horas impresos, a la que ha venido a sumarse este, muy bien conservado y salido de la imprenta de los hermanos Gilles y Germain Hardouyn, que figuran documentados en París como impresores e iluminadores. El libro puede fecharse hacia 1520 a partir del almanaque para los años 1520-1525 que figura en su segunda página.

El principal interés del volumen, impreso sobre vitela, reside en su abundante y cuidadosa iluminación, que consiste en una serie de treinta y una estampas completadas y coloreadas. Y, sobre todo, en un extraordinario conjunto de orlas iluminadas en la parte inferior de las páginas, con una gran variedad de animales y escenas de caza en medio de paisajes. Estas orlas han sido atribuidas a Jean Coene (también llamado Maestro de las Entradas de París), un miniaturista activo en la corte francesa en los reinados de Luis XII (1498-1515) y Francisco I (1515-47). Su estilo ágil y el cuidadoso acabado de las miniaturas hacen de él uno de los más importantes artistas del París de comienzos del siglo XVI.

Hasta la invención de la imprenta a mediados del siglo XV, los libros de horas eran manuscritos, con frecuencia iluminados y ricamente encuadernados. Sin embargo, a partir de este momento, fueron también muy abundantes los ejemplares impresos, especialmente en París, que se convirtió en el principal centro de esta tipología editorial.

Estos libros se imprimían a menudo sobre pergamino y sus grabados quedaban iluminados e incluso completados con auténticas miniaturas en un intento de imitar los manuscritos que habían dominado el mercado anteriormente.

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