La ficción frente a la ‘literatura de la verdad’

Actividad cultural
Comunicación
La ficción frente a la ‘literatura de la verdad’
Representantes de distintos ámbitos del sector del libro han debatido en la BNE sobre qué leemos
27 de Febrero de 2018

Silvia Sesé, directora editorial de Anagrama, Lola Larumbe, responsable de la librería Rafael Alberti, y la escritora Marta Sanz han reflexionado este martes en la Biblioteca Nacional de España sobre los hábitos de lectura de los españoles del siglo XXI y han coincidido en señalar el peso que todavía mantiene la ficción frente a otros géneros en cuanto a cifras de ventas.

En la mesa redonda ¿Qué leemos?, moderada por el Director Cultural de la BNE, Miguel Albero, en la Jornada presente y futuro del libro y la lectura, las tres ponentes han reconocido que pese a la importancia de la ficción, notan que se está produciendo una cierta ‘‘saturación lectora’’ con respecto a la literatura ‘‘inverosímil de caballeros templarios y hadas’’, por lo que los escritores contemporáneos tratan de conectar con sus lectores a través de su compromiso con la verdad, algo que no encuentran en ‘‘los medios de comunicación atrapados en la posverdad’’. Esto resulta en lo que se ha dado por llamar ‘literatura de la autenticidad’ o ‘de la experiencia’, en la que los autores vuelcan su propia biografía, que se transforma hasta convertirse en la del propio lector, de manera que se impone lo común frente a lo singular.

Pese a ello, Silvia Sesé ha recomendado no perder de vista la prevalencia de la ‘literatura de evasión’ en las listas de ventas, reconociendo que las editoriales aún dudan a la hora de apostar por formas de escritura como la crónica, que en la mayoría de los casos tiene una tirada inicial menor que la narrativa. Además, ha incidido en la enorme diferencia entre España y Latinoamérica, donde se está realizando una ‘‘gran labor de exhaustividad’’ en el género y la lectura de prensa escrita ha descendido mucho menos.

Lola Larumbe ha reivindicado el papel de las librerías como lugares de encuentro y aprendizaje donde ‘‘se puede mantener una conversación’’. En base a su experiencia, los lectores buscan cada vez menos un género concreto o una literatura compartimentada; se fían de la recomendación de los libreros y les basta dar con algo ‘‘que emocione y que pare el tiempo’’.

Por su parte, Marta Sanz ha querido desterrar el mito de que unas buenas reseñas están siempre en correlación con unas ventas abundantes y ha defendido que los autores deben implicarse en la difusión de su propio libro aceptando invitaciones a bibliotecas, presentaciones, institutos, etc., pero ha reconocido que los suplementos culturales sirven para dar visibilidad.