Los libros del infante Francisco de Paula en la BNE: un recorrido por la encuadernación española del siglo XIX
La Biblioteca Nacional de España amplía su colección de publicaciones con un nuevo título: 'Los libros del infante Francisco de Paula en la BNE: un recorrido por la encuadernación española del S. XIX', la publicación pone de relieve las magníficas encuadernaciones de los libros que adquirió la BNE procedentes de la colección particular del infante, incluyendo además estudios sobre los encuadernadores que las trabajaron, hoy reconocidos artistas dentro del ámbito ligatorio.
La importancia de la colección de música del infante de España Francisco de Paula Antonio de Borbón, adquirida por la Biblioteca Nacional en 1878, presenta una doble vertiente: por un lado, enriquecieron considerablemente el fondo de partituras de la institución y, por otro, supusieron la incorporación de unos ejemplares notablemente revestidos, los cuales componen un rico muestrario del arte ligatorio español de la primera mitad del siglo XIX.
Francisco de Paula, amante del arte y de la ópera
La biblioteca del Infante refleja, por una parte, los gustos lectores propios de la época y por otra los gustos particulares de su propietario.
El infante Francisco de Paula fue un gran amante del arte. Así, practicó la pintura como aficionado y fue nombrado académico de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. De ahí que en su biblioteca existan numerosos álbumes de grabados, en muchos casos bellamente coloreados.
Pero la verdadera pasión de Francisco de Paula, compartida con su esposa, Luisa Carlota, fue la música y, muy especialmente, la ópera. Por ello, los libros de música ocuparon un lugar preferente en su biblioteca. Parece que incluso el infante Francisco en reuniones privadas interpretaba fragmentos cantados de algunas obras para sus invitados.
El inventario de los libros de música que ingresaron en la BNE, procedentes de la colección de los infantes, se dio a conocer en una publicación de 2012; el resto de los títulos incorporados son los que se referencian en este trabajo, prestando especial atención a la descripción de sus encuadernaciones.
Al repertorio de obras se añaden una serie de estudios preliminares que ofrecen una visión de conjunto de lo que la biblioteca del infante llegó a ser —su formación, contenidos y organización—, y que reseñan a los más afamados encuadernadores que trabajaron las cubiertas de estos libros. Artistas de la talla de Pascual Carsí, los Sancha —Gabriel e Indalecio—, Santiago Martín, Pedro Pastor, Miguel Ginesta Clarós y su hijo Miguel Ginesta de Haro, Francisco Cifuentes, Antonio Suárez, Tomás Cobo o José Martín Alegría, cuyos nombres aparecen hoy indisolublemente ligados a un momento de extraordinario esplendor en la historia de la encuadernación artística española.
El taller que trabajó preferentemente las cubiertas de sus volúmenes fue el de Santiago Martín, continuado por su discípulo Pedro Pastor. Aquí se realizaron encuadernaciones muy características de la biblioteca de los infantes, marcadas con sus iniciales. Pero la nómina es mucho más rica e incluye nombres de la talla de Pascual Carsí y Vidal, Gabriel e Indalecio de Sancha, Francisco Cifuentes, Antonio Suárez, Miguel Ginesta Clarós y su hijo Miguel Ginesta de Haro, Tomás Cobo o José Martín Alegría, por citar solo a algunos de los encuadernadores que realizaron estos magníficos y bellos trabajos ligatorios.