Pedro (Pietro) Cerone (Bérgamo, ca. 1566-Nápoles, 1625), tras formarse como músico y cantante en Italia, viajó a España como peregrino a Santiago de Compostela, donde ganó el jubileo en 1593. Un año después, en Madrid, y sumido en la indigencia, fue protegido por Santiago Gratii (Caballero de Gracia) en cuya academia musical pudo trabajar. Probablemente gracias a Caballero de Gracia pudo entrar en la Capilla Real de Felipe II y después en la de Felipe III. Hacia 1608 regresó a Nápoles y en 1610 ingresó en la capilla del nuevo virrey de Nápoles, el conde de Lemos, Pedro Fernández de Castro. Fue en Nápoles donde publicó, en 1609, un tratado de canto llano, y en 1613, y en español, El melopeo y maestro, libro que había redactado, casi en su totalidad, en Madrid.

El melopeo es un voluminoso libro, de 1.160 páginas en folio, de carácter enciclopédico pues, como reza en el título, “se pone por extenso lo que uno para hacerse perfecto músico ha menester saber”, de manera que empieza por dar consejos sobre el comportamiento moral y social del músico. Después atiende el canto llano, el mesurado, el contrapunto y la composición. Compara la situación musical en España e Italia, apuntando las carencias españolas, y presenta el más detallado catálogo de los instrumentos usados en España.

Libro profuso y a menudo disperso, fue una referencia fundamental para los teóricos españoles de los siglos XVII y XVIII. Denostado en el siglo XIX, hoy se le reconoce como una valiosa fuente de información sobre la música española de su tiempo.