Este Atlas Marítimo Español de Vicente Tofiño de San Miguel, publicado en 1789, y la memoria correspondiente que publicó el mismo año, con el título Derrotero de las costas de España, suponen el trabajo cartográfico de mayor envergadura efectuado en la Península Ibérica hasta entonces, realizado con toda la riqueza de medios de que se disponía a finales del siglo XVIII.

España no contaba con cartas fiables para la navegación, de esta manera, a finales del siglo XVIII el rey decidió, por consejo del ministro Antonio Valdés, llevar a cabo una carta hidrográfica de España como habían hecho en Francia, cuyo cometido fue confiado a Vicente Tofiño, director de las Academias de Cádiz, El Ferrol y Cartagena.

El Atlas Marítimo Español vino a llenar el vacío existente en la cartografía marítima española del siglo XVIII teniendo una larga vigencia a lo largo de todo el siglo XIX e incluso en el siglo XX.

De los trabajos realizados para levantar la carta de las costas de España se pudo deducir la medida exacta del territorio español.