Archivo de la Palabra, las voces del ayer y del porvenir

Archivo de la Palabra, las voces del ayer y del porvenir
12 de Agosto de 2011

La Biblioteca Nacional de España (BNE) guarda, conserva y difunde las voces de personalidades importantes de la cultura, la política, la ciencia…, así como cursos de idiomas, cuentos, conferencias y recitales. Es el Archivo de la Palabra.

palabra1Este mundo de voces está unido desde su origen al Departamento de Música y Audiovisuales de la BNE en 1950. Ese año ingresan en la Biblioteca veinticuatro discos de pizarra procedentes del desaparecido Archivo de la Palabra del Centro de Estudios Históricos, dirigido por Menéndez Pidal. Esos discos contenían grabaciones realizadas entre 1931 y 1933 con las voces de Azorín, Juan Ramón Jiménez, Pío Baroja y Ramón y Cajal, entre otras personalidades españolas de la generación del 27. La colección se fue incrementando con parte de los estudios fonéticos que hizo Menéndez Pidal y las voces de Alfonso XIII y el general Primo de Rivera.

En los años sesenta, el Ministerio de Educación y Ciencia recuperó la idea de crear un Archivo de la Palabra de la cultura española, recopilando grabaciones y publicando una nueva colección de treinta cintas de casete, con voces originales de diversas personalidades de las letras, las ciencias y la política.

“Es importante que se conozca, que la BNE es más que el soporte papel y que personas o instituciones sepan que existe esta importante colección de voces y que estamos abiertos a donaciones o legados para enriquecerla. Aquí hay un lugar donde depositar sus documentos y difundirlos”, señala María Jesús López Lorenzo, responsable del Archivo.

La colección no ha dejado de incrementarse con la aportación procedente del Depósito Legal: cuentos, chistes, audiolibros, cursos de idiomas, documentales sonoros… en sus tres soportes (CD, DVD, Libro), el donativo y la compra, como una colección adquirida en el 2006 que contiene las más importantes de la literatura latinoamericana de los años 50 a 70, pero, sobre todo, por la memoria oral de la institución.

A partir de los años setenta, la política cultural de la Biblioteca decide la grabación de los actos culturales celebrados en el Salón de Actos (recitales de poesía, presentaciones de libros, ciclos de conferencias, mesas redondas, etc.). “No solamente tenemos el audio, sino los programas, invitaciones de los actos y las fotos. Esto facilita la identificación de las voces y aporta mucha información”, asegura López Lorenzo.

Recientemente se han incorporado 53 cilindros de cera para fonógrafo con registros de Archivo de la Palabra, realizadas entre los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, que incluyen grabaciones de chistes y un curso a distancia de español para extranjeros, publicado en Estados Unidos en 1905. “Lo importante es que el Archivo de la Palabra – el más importante junto al de Radio Nacional de España- se encuentra en todos los soportes de audio: cilindros de cera, hilo magnético, disco de pizarra, vinilo, cinta magnetofónica, formato digital y que contamos con todos los aparatos reproductores necesarios que nos permiten escuchar esas voces. Además, estamos digitalizando una gran parte de la obra para que pueda ser mucho más accesible”.

Hasta ahora el usuario del Archivo de la Palabra pertenece a tres tipologías: el amante de la literatura. Es decir, la persona que busca escuchar la voz de un escritor que le gusta (Por eso se consulta mucha la colección de discos de vinilo de autores latinoamericanos). El etnógrafo, el investigador que sigue el rastro de las costumbres y modos de vida mediante el estudio del folklore popular, y quien estudia muchas conferencias que se celebran en la BNE y que, en muchos casos, no están publicadas.

“En un futuro inmediato intentaremos que quien no pueda asistir a una conferencia o a un acto importante en la BNE, pueda seguirlo en directo, en abierto, a través de internet. De momento, ahí está el Archivo de la Palabra”.

Comentarios

Texto sin formato

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.