Las mujeres del Cuerpo Facultativo de Archivos, Bibliotecas y Museos
No somos pocas las personas que nos hemos preguntado cuándo se incorporaron en nuestro país las mujeres en puestos laborales relacionados con el ámbito de la cultura. El hecho de que las mujeres predominemos ahora en este entorno, no significa que siempre fue así. Queremos aprovechar la Semana Internacional de los Archivos para bucear en nuestros fondos documentales para llegar a descifrar esta incógnita. Lo cierto es que este sector se profesionalizó bajo el nombre de “Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos” gracias a la ley promulgada por Claudio Moyano en 1857, como culmen de las medidas previas creadas por Bravo Murillo en 1852.

En el blog de la Biblioteca Nacional de España, se han venido abordando con perspectiva de género aplicada al ámbito bibliotecario ciertas aportaciones como “Lectoras rompiendo límites. Su presencia a través de los fondos documentales del Archivo de la BNE” (2023) por Mercedes Pasalodos Salgado o más afín al tema que nos ocupa “La Eva bibliotecaria: Ángela García Rives, primera bibliotecaria española” (2013) por Gema Hernández Carralón, cuyo título nos empuja a averiguar quiénes fueron las sucesoras de Ángela García Rives.
Para ello, la fuente primaria a la que hemos recurrido han sido los Escalafones del Cuerpo Facultativo de Archivos, Bibliotecas y Museos desde el año 1859 hasta el 1961 que nos ha permitido analizar cuántas mujeres pertenecieron al Cuerpo durante este primer siglo de existencia [1]. A ello también le debemos sumar la consulta de los expedientes de archivo pertenecientes a aquellas bibliotecarias que, en algún momento de su carrera profesional, pasaron por la Biblioteca Nacional de España.
La progresiva feminización del Cuerpo Facultativo se inició en 1913 con la incorporación de la primera bibliotecaria, la ya mencionada Ángela García Rives (1891-post. 1968), pero tuvo que pasar prácticamente una década hasta que ingresó la siguiente mujer, Aurea Lucinda Javierre y Mur (1898-1980).

En 1923, las funcionarias de cultura alcanzaban la docena de puestos frente a los 275 compañeros masculinos que también trabajaban en el mismo sector de la Administración. En 1933 se asignaron un total de 283 plazas, de las cuales solo 48 fueron ocupadas por mujeres frente a las 235 ocupadas por sus compañeros. Si avanzamos hasta el año 1943, podemos observar que el Escalafón contenía un total de 211 plazas, donde 103 fueron ocupadas por mujeres en contraposición a las 180 ocupadas por hombres. No fue hasta el año 1958 cuando veremos que las mujeres funcionarias superaron a los hombres en el Cuerpo Facultativo de Archivos, Bibliotecas y Museos. Ese año, por primera vez las funcionarias sobrepasaron a los hombres: 175 frente a 144. Al año siguiente se consolidaba la situación: 171 mujeres frente a 152 hombres. En 1961, se amplía la brecha ya que cerca de 200 mujeres eran funcionarias frente a 120 hombres.
Los escalafones son una fuente de información primordial cuando abordamos este tema, ya que no solo nos detallan en qué año obtuvieron los aspirantes una plaza, sino que también nos ofrecen otros datos de interés como son los estudios que cursaron para poder acceder a la oposición y sus primeros destinos profesionales. Sobre el tipo de estudios que cursaron las funcionarias recopiladas desde el 1913 al 1961, tenemos la evidencia de que todas ellas cursaron la carrera universitaria de Filosofía y Letras, con distintas especialidades (llamadas secciones en aquel entonces), que fueron las siguientes:
La gráfica 2, cuyos datos han sido tomados de los escalafones, demuestran el predominio de los estudios históricos frente a otras especialidades más residuales, como la Pedagogía. En el caso de la Historia, el gráfico 3 nos indica que se orientaban principalmente por la Historia Medieval (que constituyó una de las tradicionales ramas formativas del Cuerpo) y la Historia de América. Asimismo, resulta interesante el creciente porcentaje de las licenciadas en dos de las ramas de la Filología: la románica y la semítica.
Completando esta escueta referencia de los escalafones con los expedientes laborales de estas mujeres en nuestra Biblioteca, comprobamos que once de ellas se especializaron en Historia, cinco, de manera genérica en Letras y dos en Archivos, Bibliotecas y Museos.
Otro dato de interés es la edad en la que ingresaban en el Cuerpo. Entre las 210 mujeres que aparecen en el listado confeccionado, vemos que en los primeros años de su incorporación había una tendencia alta de opositar antes de los 30 años (salvo contadas excepciones). No obstante, según vamos avanzando en el tiempo, la edad de ingreso irá fluctuando moviéndose generalmente entre los 25-40 años. Estos datos ofrecen una información significativa; en este periodo los estudios acababan con mayor prontitud, lo que guarda una relación directa con la franja de menor edad plasmada en la gráfica. Las mujeres que se incorporan a una edad más avanzada abre la posibilidad a otras vías de interpretación; es posible que desarrollasen estudios de doctorado, lo que dilataría su incorporación al Cuerpo, o una búsqueda de empleo en otros destinos que no cuajaron.
Gracias a la consulta de los diversos escalafones, también hemos podido trazar la movilidad de las funcionarias a tres niveles: a nivel nacional, a nivel central (con foco en Madrid) y a nivel interno dentro de la Biblioteca Nacional de España. En la mayoría de los casos estudiados, los destinos permanecen estáticos, con ligera movilidad nacional, centrando su preferencia en Madrid. La comparativa, realizada entre los años 1913 y 1961 reflejan la evidencia de la centralización y el foco de los destinos en la capital. Con el fin de justificar este hecho, vamos a abordar los expedientes de Luisa Cuesta Gutiérrez e Isabel Niño y Más, analizando la movilidad que ocuparon durante dichos años.
Los escalafones nos muestran que Luisa Cuesta obtuvo su primer trabajo en Santiago de Compostela en 1921, y ya figura en Madrid a partir de 1933, permaneciendo en ese mismo lugar hasta 1961, con destino específico en la Biblioteca Nacional. Es similar el caso de Isabel Niño y Más; en 1922 se incorporó al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en Zamora. Las fuentes nos indican que en 1929 estaba destinada en Alcalá de Henares y en 1933 se trasladaba a la capital madrileña, permaneciendo hasta 1961 en la Biblioteca Nacional.
A pesar de ser dos ejemplos concretos –y sin la voluntad de una generalización excesiva– los escalafones nos demuestran que iniciaban su carrera profesional en puestos situados en capitales provinciales (Logroño, Huesca, Granada o Valladolid entre otras) y solían culminarla antes de la jubilación en Madrid.
Dentro de la Biblioteca, hemos seleccionado algunos expedientes pertenecientes a bibliotecarias de esta institución para ver en qué secciones desempeñaron sus funciones.
- Almudévar y Lorenzo, María – Agregación (1954)
- Angulo Fernández, Consuelo – Bellas Artes.
- Artigas y Castro, María del Carmen – Catalogación.
- Castro Jarrín, María Mercedes – Salón de Estudio y Depósito de Libros.
- Cuesta Gutiérrez, Luisa – Jefa de la Sección Hispano América (1958).
- García Rives, Ángela – Jefa de la Sección de Catalogación (1948).
- Iñiguez Galíndez, Marcelina – Sección de Catalogación y Clasificación (1940-1946), Sección de Varios, Jefa de Exposiciones (1959, renuncia), Jefa de la Sección Literatura Infantil y Juvenil (1973-1979).
- Lamarque Sánchez, María del Pilar – Revistas (1935), Porcones (1954), Jefa Sección de Publicaciones Periódicas, Revistas y Series (1958-1962, carácter interino), Jefa de la Sección Hispano América (1968, provisional).
- Nieto González, María del Carmen – Jefa del Servicio de Préstamo (1959), Jefa de la Sección Hispano América de manera provisional (1964), Jefa del Servicio de Clasificación (1968).
- Paéz Ríos, Elena – Bellas Artes, Jefa de Sección en (1943, 1948), Jefa de Sección de estampas (1942-1979), Jefa de Sección de Dibujos, Grabados y Elementos artísticos del libro (1958), Jefa de la Sección de Bellas Artes (1970) por el traspaso de fondos de la extinguida Junta de Iconografía de la BN, Jefa de la Sección Estampas.
- Povés Bárcenas, María Luisa – Jefa del Servicio de Ficha Impresa (antes 1963), Jefa de la Sección Catalogación (1963-1978).
- Sáenz Prats, Teresa – Adquisición de libros.
Dichos expedientes nos proporcionan información sobre el progresivo avance en su carrera profesional ya que ascendieron de categoría con el paso del tiempo:
- Cuesta Gutiérrez, Luisa – Asciende a la 1ª categoría en 1961.
- García Rives, Ángela - Asciende a la 1ª categoría en 1957.
- Nieto González, María del Carmen – Asciende en 1965 a la 3ª categoría.
- Paéz Ríos, Elena – Asciende en 1964 a la 2ª categoría.
- Poves Bárcenas, María Luisa – Asciende en 1964 a la 3ª categoría.
En relación con la capacidad de ascenso, creemos vinculante la antigüedad dentro del Cuerpo con la fecha de incorporación de dichas mujeres, siendo un reflejo directo de su trayectoria profesional:
- Almudévar y Lorenzo, María – en 1924, a la edad de 29 años.
- Angulo Fernández, Consuelo – en 1941, a la edad de 25 años.
- Artigas y Castro, María del Carmen – en 1941, a la edad de 26 años.
- Castro Jarrín, María Mercedes – en 1942, a la edad de 28 años.
- Corrales Gallego, María del Pilar – en 1924, a la edad de 23 años.
- Cuesta Gutiérrez, Luisa – en 1921, a la edad de 29 años.
- García Rives, Ángela – en 1913, a la edad de 22 años.
- González-Palencia Simón, Ángela – en 1944, a la edad de 24 años.
- Iñiguez Galíndez, Marcelina – en 1941, a la edad de 31 años.
- Lamarque Sánchez, María del Pilar – en 1925, a la edad de 22 años.
- Loscertales Baylín, María del Pilar – en 1931, a la edad de 21 años.
- Martínez Bara, Asunción – en 1930, a la edad de 28 años.
- Moliner Ruiz, María – en 1922, a la edad de 22 años.
- Nieto González, María del Carmen – en 1935, a la edad de 35 años.
- Páez Ríos, Elena – en 1930, a la edad de 21 años.
- Poves Bárcenas, María Luisa – en 1931, a la edad de 23 años.
- Ramos Domínguez, Consolación – en 1941, a la edad de 27 años.
- Sáenz Prats, Teresa – en 1941, a la edad de 26 años.
Otras fuentes que han sido de gran interés consultar son los expedientes de depuración conservados en el Archivo General de la Administración (consultables en PARES), que son aquellos documentos incoados por las normas dictadas por el bando sublevado desde el comienzo de la Guerra Civil para llevar a cabo la depuración político-social de funcionarios y empleados públicos, que más tarde conformaron la Ley de 10 de febrero de 1939. Hemos obtenido un total de 63 expedientes de depuración. Algunas de las encausadas se vieron forzadas a abandonar el Cuerpo y tener que exiliarse (habitualmente a México o a Francia, previa a la invasión nazi). Sin embargo, gran parte de ellas pudieron seguir en el Cuerpo, pero algunas de ellas sufriendo sanciones en las que se les reducía el sueldo a la mitad durante un periodo de tiempo, no podían ascender o se les penalizaba haciendo abandonar su destino actual (normalmente, en Madrid) y enviándolas a otras sedes provinciales durante varios años a modo de destierro profesional. En el caso de las bibliotecarias que pertenecieron a la BNE, seis fueron readmitidas al Cuerpo sin sanción, de otras no se conserva el expediente de depuración, pero algunas como el caso de María Moliner o María Asunción Bara sí sufrieron sanciones. En el caso de la primera, fue sancionada con postergación durante tres años e inhabilitación de puestos de mando y de confianza mientras que Asunción Bara, fue trasladada forzosamente con prohibición de solicitar cargos vacantes durante dos años además de una inhabilitación para el desempeño de puestos de mando o de confianza, postergación también durante ese periodo de tiempo.
Conclusiones
La información que hemos recopilado anteriormente nos brinda una nueva perspectiva desde la que estudiar y analizar la incorporación de la mujer al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Dicha incorporación no solo modifica el ecosistema propio que vivió dicho Cuerpo hasta 1913, sino que nos muestra la evolución e independencia que las mujeres fueron adquiriendo a lo largo del siglo XX. Gracias al análisis de las fuentes, se ha podido llevar a cabo un estudio de las edades con las que se incorporaban al Cuerpo, permitiéndonos vislumbrar cómo los roles sociales comenzaban a resquebrajarse y la independencia económica de la mujer se convertía en una evidencia en la primera década del siglo XX.
No obstante, la información extraída de los escalafones nos deja zonas en penumbra que deberían ser objeto de comprobación e investigación pormenorizada como, por ejemplo, los casos de mujeres que aprobaron la oposición pero que aparecen sin destino durante un periodo dilatado.
Lo que es constatable a lo largo de esta breve investigación es la importancia de resaltar a las pioneras, a las que abrieron camino y permitieron desarrollar un balance intelectual con la presencia femenina en el Cuerpo.
[1] Hemos consultado 50 escalafones, de los cuales 18 fueron publicados en la Gaceta de Madrid y son consultables en la Gazeta histórica del BOE (BOE.es - Gazeta): 11/10/1859, 5/11/1885, 22/12/1888, 7/10/1893, 30/10/1894, 31/12/1896, 17/01/1902, 11/06/1903, 15/05/1904, 29/11/1906, 3/07/1908, 19/09/1911, 5/10/1913, 14/02/1916, 30/03/1923, 20/02/1946, 17/06/1959. Otros 32 se publicaron de manera independiente en forma de folleto e impreso menor para los años 1861 (signatura de la BNE 12/337702), 1862 (12/337366), 1863 (12/337700), 1864 (12/337701), 1865 (12/337367), 1867 (12/337393), 1872 (VC/381/14), 1873 (VC/5440/31), 1874 (12/336437), 1876 (VC/1569/42), 1879 (12/337827), 1880 (VC/1547/33), 1882 (VC/13686/14), 1883 (12/337361), 1894 (12/338104), 1896 (12/338978), 1898 (12/337577), 1914 (10/169105, 10/174802), 1917 (10/169112), 1927 (SDB 023.4 (460) ESC Foll), 1929 (12/335707), 1932 (SDB 023.4/.5 ESC Foll), 1935 (SDB 023.4/.5 ESC Foll), 1936-1939 (3/101880), 1941 (12/632546), 1943 (VC/1528/12), 1944 (12/268973), 1958 (VC/3330/13), 1961 (VC/9062/5).
Bibliografía
- Calvo Alonso-Cortés, B., Salaberría, R., & Biblioteca Nacional. (2005). Biblioteca en guerra: [Madrid, 15 de noviembre de 2005, 19 de febrero de 2006] / [comisarios de la exposición, Blanca Calvo, Ramón Salaberria]. Biblioteca Nacional
- Sánchez Belda, L. (Dir.). (1963). Bibliografía de archivos españoles y de archivística. Madrid: Dirección General de Archivos y Bibliotecas.
- Ruiz Cabriada, A. (1958). Bio-bibliografía del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, 1858-1958 (V. Castañeda y Alcover, Prólogo). Madrid: Junta Técnica de Archivos, Bibliotecas y Museos.
- Bullón de Mendoza, A., Gómez de Valugera. (1988). Catálogo de tesis doctorales sobre geografía e historia que se conservan en el Archivo de la Universidad Complutense de Madrid: 1900-1987. Madrid: ADES.
- La Eva Bibliotecaria: Ángela García Rives, primera bibliotecaria española (1913). Blog BNE.
- Lectoras rompiendo límites. Su presencia a través de los fondos documentales del Archivo de la BNE. Blog BNE.
- Diccionario biográfico. Real Academia de la Historia
- Boletín de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas
Expedientes PARES
- ES.28005.AGA//AGA,31,06054,009. Expediente de depuración de María Almudevar y Lorenzo
- ES.28005.AGA//AGA,31,06054,043. Expediente de depuración de María del Pilar Corrales Gallego
- ES.28005.AGA//AGA,31,06057,032. Expediente de depuración de María Luisa Poves Bárcenas