Dos estudiantes del mundo visigótico en la BNE
Alejandro Trujillo y Jesús Sanz son dos estudiantes de Historia de la Universidad Autónoma de Madrid. En su primera visita a la Biblioteca Nacional de España se hallan inmersos en la búsqueda de bibliografía para un trabajo sobre el mundo visigótico.
¿Sobre qué tema estáis estudiando?
Alejandro Trujillo: Estamos haciendo un trabajo sobre escritura visigótica catalana. Tenemos que consultar una serie de láminas en la Biblioteca y hacer un pequeño análisis sobre ellas.
¿Encontráis toda la información que necesitáis o notáis alguna carencia?
Alejandro Trujillo: No, carencia no. La verdad es que me ha sorprendido la cantidad de información existente aquí sobre lo que estamos buscando, que son manuscritos muy concretos.
¿Qué tipo de manuscritos?
Alejandro Trujillo: Estamos investigando una página concreta de un manuscrito visigótico del siglo noveno. Y la verdad es que hay tres o cuatro libros que hablan detalladamente sobre él.
¿Por qué elegisteis venir a la BNE?
Jesús Sanz: Porque aquí se encuentra el mayor fondo que podíamos encontrar sobre el tema. Es decir, contamos con la biblioteca de la universidad, pero la gente tiene demasiado acceso a ella, y, como se pueden sacar los libros, muchas veces no encuentras lo que buscas. A veces, estás muy limitado por el propio fondo. Entonces, como aquí no se pueden sacar los libros, pensamos que podíamos encontrarlos seguro.
¿Qué es lo que más os gusta de esta institución?
Jesús Sanz: A mí me gusta la organización. El exceso de burocracia resulta un poco lento, pero, luego, ayuda mucho a la hora de localizar temas y empezar a trabajar de una manera eficaz.
¿Y cómo veis vuestro futuro profesional?
Alejandro Trujillo: Está difícil, pero creo que si le pones empeño, te sabes mover un poco y tienes suerte, sobre todo eso, puedes encontrar algo. Sin embargo, encontrar un trabajo cercano a tu ámbito, una investigación, es complicado, al haber reducido las becas.
Es un poco desmoralizante, porque estás todo ese tiempo estudiando, esforzándote, y cuando acabas la carrera y sales, te preguntas: ¿ahora qué hago? Si no puedo hacer nada que tenga que ver con lo mío... Pero hay que intentarlo.