La preservación digital no es solo un problema tecnológico
Digital preservation is not just a technology problem
Edward M. Corrado
Technical services quarterly, ISSN 1555-3337, Vol. 39, n. 2, 2022, p. 143-151
Una biblioteca no puede preservar digitalmente todo el contenido que desea. Por este motivo, es importante tomar decisiones sobre qué preservar de manera que se ajuste a una política de desarrollo de la colección bien meditada en relación con la preservación digital. El desarrollo de la colección de recursos web, al igual que otros contenidos bibliotecarios requiere tiempo y experiencia para establecer y monitorizar perfiles además de apoyo operacional. Las organizaciones que creen que la preservación digital es importante para su misión a largo plazo necesitan reconocer que hay costes económicos que van más allá de la tecnología utilizada. Esto incluye mano de obra cualificada, necesaria para introducir, migrar y gestionar datos digitales. Aunque idealmente el proceso será tan automatizado como sea posible, siempre será necesaria la participación de personas, no solo para los propósitos del desarrollo de la colección, sino también para evaluar las complejidades legales, económicas, organizativas y tecnológicas. Los encargados de la preservación digital, investigadores y otras personas que creen que preservar el conocimiento digital para el futuro es importante, deben trabajar dentro del sistema legar para abogar por más excepciones en las leyes de derechos de autor y por otros cambios legales con el propósito de mantener la preservación digital. También deben trabajar con creadores de contenidos y de software para intentar asegurarse de que las licencias permiten las tareas necesarias para la preservación. El tamaño de los contenidos digitales es tremendo y sigue creciendo exponencialmente. Para que el sector del patrimonio digital preserve el contenido digital, las organizaciones tienen que trabajar juntas.
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/07317131.2022.2045432
Traducción de las conclusiones de la propia publicación