Una experiencia de colaboración entre una biblioteca y una universidad para proporcionar contenido a los programas
Meg Henderson
Journal of Library Administration, ISSN 1540-3564, Vol. 59, n. 4, 2019, p. 409-421
Las bibliotecas públicas ejercen como centros sociales de información y educación de sus comunidades, y ofrecer un programa robusto es vital para mantener este papel. Las bibliotecas buscan continuamente ofertas interesantes para atraer nuevos usuarios y fidelizar a los antiguos. Estas actividades pueden ir desde clases de manualidades a misterios detectivescos. Pero también se busca ofrecer apoyo educativo.
De la misma manera, los programas de extensión universitaria buscan llevar la educación más allá del espacio tradicional del aula con la intención de favorecer la formación a lo largo de la vida. Estos programas incluyen clases sobre familia y consumo, agricultura o ciencia y tecnología. En 2017 la Jackson-George Regional Library inició una colaboración con la Mississippi State University para proporcionar una variedad de programas educacionales con la intención de ampliar y diversificar su programa de servicios para adultos, cooperación que más tarde se amplió para ofrecer servicios a los niños. La universidad aportó una experiencia en la materia que la biblioteca no tenía, mientras que esta disponía de un lugar de reunión y de publicidad en su comunidad. Durante un año se ofrecieron ocho programas que iban de la jardinería a la nutrición, pasando por la búsqueda de empleo. Más tarde se encuestó a los participantes para conocer el impacto del programa. Los resultados mostraron que el 44% no tenía planeado adquirir el carné de la biblioteca, mientras que el hecho de que el 33% sí fuera a hacerlo evidencia la huella dejada por el programa. Por otra parte, el 63% tenían pensado utilizar material bibliotecario en el futuro. El 94% recomendaría el programa. Esto muestra que se trata de una colaboración exitosa que crecerá próximamente.
Resumen elaborado por Antonio Rodríguez Vela