Jane Henderson

Journal of the Institute of Conservation, ISSN 1945-5224, Vol. 41, n. 1, 2018, p. 32-45

Este artículo parte de la presentación y del documento sobre conservación preventiva ‘Seamos honestos’ de Jonathan Ashley Smith en la conferencia de 1994 del Instituto Internacional para la Conservación (IIC). En este documento el autor examina la evolución de los estándares ambientales y cuestiona si los mayores cambios han sido iniciados por factores tecnológicos o psicológicos.

Considera las consecuencias de tomar decisiones basadas en la categorización de tipos de daños y pregunta si entender el daño como un proceso en lugar de un resultado contribuye a un enfoque preventivo de los estándares ambientales en conservación. Este artículo considera las posibles justificaciones psicológicas utilizadas por quienes defienden estándares aplicados a las colecciones y pregunta si estos podrían propiciar una conducta ineficaz o éticamente comprometida. El artículo continúa haciendo preguntas difíciles a la profesión sobre lo que no puede hacer, lo que no entiende y dónde falla. Se concluye que aunque la conservación ha avanzado en el conocimiento de materiales y sus propiedades para informar la aplicación de estándares ambientales, se ha progresado significativamente menos en la comprensión de cómo y por qué los responsables de tomar decisiones introducen y aplican estándares.

Resumen de la propia publicación