Carol Anne Germain

Public Services Quarterly, ISSN 1522-8959, Vol. 8, n. 2, 2012, p. 171-177

El artículo habla de que el desconocimiento de un buen número de usuarios (muchos de ellos habituales de la biblioteca) de las colecciones de películas que esta posee hace que el personal de la misma se plantee un proyecto de marketing que dé a conocer esos fondos. Señala que en primer lugar se debe tener claro qué se quiere promocionar, debemos conocer cuáles son los usuarios finales, tener ideas sugerentes de marketing y, aunque se puede hacer con recursos baratos, disponer de un buen presupuesto y de otras fuentes de financiación puede mejorar nuestros resultados. Sería interesante promocionar aquellas partes de la colección que tienen un bajo nivel de circulación o si se ha recibido alguna ayuda económica, se puede publicitar el área de la colección que se ha visto beneficiada indicando la fuente financiadora. Asimismo, es importante promocionar los recursos cinematográficos en nuevos formatos tecnológicos; lo adecuado en este caso sería hacerlo a través de métodos en línea (por ejemplo, incluir en la página web de la biblioteca los nuevos títulos recibidos). El artículo sugiere que, para encontrar ideas novedosas, se puede recurrir a una tormenta de ideas en la que participen estudiantes, bibliógrafos y cualquier persona interesada en la colección de películas. Algunas de estas ideas son: organizar un día del disfraz, hacer un maratón de Harry Potter/El Señor de los Anillos o un fin de semana de los Oscars. En cuanto a la promoción dentro de la biblioteca, se puede comenzar un club de películas, redireccionar a los usuarios de los libros a las películas, usar marcapáginas para informar a los usuarios de los recursos cinematográficos que tiene la biblioteca o disponer una serie de pósters o de collage de carátulas de películas, junto con su signatura, en las paredes de la biblioteca. Además, tanto los monitores de los cursos de alfabetización informacional como el profesorado de las asignaturas, pueden utilizar las películas como recurso educativo, que resulta más atrayente para los estudiantes. El artículo nos ofrece una serie de títulos como ejemplo. Por último, un recurso que constituye una estupenda herramienta de publicidad, son los ítems promocionales gracias a los cuales la biblioteca podrá resaltar su colección de películas.

Resumen elaborado por Isabel Mª Domingo Montesinos