El papel de las encuadernaciones como elemento para su estudio y datación
María del Carmen Hidalgo Brinquis
Encuadernación de Arte, n. 28, 2006
Artículo en el que se analiza el papel utilizado en la encuadernación, considerándose un elemento de gran interés para el estudio de la historia del libro y para la datación de las encuadernaciones. El papel utilizado en la fabricación de una encuadernación lo encontramos en dos elementos de la misma: las tapas y las guardas. 1) Las tapas: una vez sustituidas las tapas de madera por las de cartón, fue habitual la utilización hasta el siglo XVIII del llamado "papelón", que se elaboraba reuniendo hojas procedentes de antiguos manuscritos o impresos, por lo que la restauración de algunos libros ha dado lugar a importantísimos hallazgos. A partir de mediados del siglo XIX se abandona la reutilización de antiguos documentos y se generaliza el uso del cartón elaborado para tal fin. 2) Las guardas: existen dos tipos de papel de guardas: el formado por una hoja de papel tal como sale del molino o el teñido para decorar y enriquecer el libro. En el primero de los casos, la localización de las filigranas puede ayudar en la datación de la encuadernación. En el año 1798 se produce la gran revolución en la fabricación del papel con la invención de la máquina de papel continuo, produciéndose así la desaparición de la filigrana propiamente dicha. No obstante, se desarrollaron diversas técnicas para la producción de filigranas artificiales, como las llamadas "filigranas sombreadas". Al analizar la filigrana de una guarda es importante tomar los siguientes datos: la silueta, los corondeles y puntizones y el tamaño y espesor de la hoja. En cuanto a las guardas teñidas, también han sufrido una evolución a través del tiempo. Para averiguar su datación es necesario analizar las técnicas de coloreado, los componentes de las tintas y el gusto en su decoración.
Resumen elaborado por: Mayte Blasco Bermejo