El diseño en la encuadernación
Marielle Zarraluqui
Encuadernación de Arte, n. 25, 2005
Artículo en el que se nos muestra la importancia de la encuadernación y su diseño. La principal función de la encuadernación es la protección del libro pero también se pretende que sea bella. La encuadernación sigue las modas y tendencias artísticas de cada época. Esta debe ser impecable por lo que el encuadernador debe ser un artesano que domine tanto la técnica como el diseño y conozca los distintos materiales, a su vez para ser un buen encuadernador este debe tener cierta cultura literaria, ser un gran observador y debería tener conocimientos de bibliofilia. La encuadernación se convierte en un arte en el momento en el que el diseño armoniza con el "alma" del libro y debe renovarse y evolucionar. El encuadernador empieza su trabajo tras la intervención del autor, editor, tipógrafo...por lo que está en cierta medida sometido.Metodología para el diseño de una encuadernación: primero ha de hacerse una lectura atenta del texto, asimilarlo y conseguir una síntesis. Segundo, observación minuciosa de las características del libro (tipografía, portada, título). Tras estos dos pasos a veces surge una idea creadora, en caso contrario hay que esperar hasta que surja la idea. Y el tercer paso es la elección del tipo de construcción del libro, de la técnica decorativa y de los materiales. Finalmente antes de lanzarse a la encuadernación final hay que tener una idea precisa de lo que se persigue. En el proceso de encuadernación no hay normas, cada encuadernador y cada libro es distinto. Los encuadernadores tienen un estilo y unas técnicas propias dando como resultado unos trabajos eclécticos. También ha de adaptarse la encuadernación actual a la economía. Así una buena encuadernación debe ser perfecta en su ejecución y debe dominarse la técnica elegida. Tiene que dar una impresión fresca y espontánea, a pesar del esfuerzo, ha de ser bella, grata al tacto y manejable, al igual que el continente ha de estar en consonancia con el contenido. Para ello son buenas la libertad de expresión y la imaginación.
Resumen elaborado por: Vladimir Valentín Pardo