Caroline Brazier, Robina Clayphan

Alexandria, Vol. 17, n. 2, 2005

A comienzos del siglo XXI, la British Library, al igual que otras bibliotecas nacionales y de investigación, está experimentando un considerable desarrollo. En este contexto, el presente artículo comenta en qué medida estos cambios afectan a las normas bibliográficas y a la forma en que tradicionalmente se ha llevado a cabo la gestión de la colección. Por un lado, el declive de las normas nacionales en un mundo global donde lo digital cobra cada vez más relevancia, quedó demostrado cuando en la British Library se pasó del UKMARC al formato MARC21. En cuanto a las adquisiciones, tradicionalmente el grueso de la colección estaba constituido por documentos que entraban por depósito legal y por materiales adquiridos a lo largo del mundo en base a criterios muy selectivos. En los últimos años, la British Library ha añadido a éstos la adquisición de contenidos digitales, bien a través de compra, licencias de acceso, donaciones, ambiciosos programas de digitalización o mediante lo que se denomina "web harvesting". En cuanto al proceso técnico, hasta hace poco la biblioteca no tenía más opción que procesar los materiales digitales de acuerdo a los modelos tradicionales como si se tratara de materiales impresos, pero el enorme crecimiento de lo digital ha llevado a explorar otras opciones, como la aplicación de esquemas de metadatos. En este sentido, la British Library ha desarrollado el denominado BLAP (British Library Application Profile) en un intento de identificar un conjunto de metadatos que puedan aplicarse a la diversa tipología de recursos existentes en esta biblioteca.

Resumen elaborado por: Mayte Blasco Bermejo