Después de ejercer un tiempo en Navarra, fue destinado a Andalucía, donde se dedicó a la construcción de cuarteles. En 1793 participó en la Guerra de los Pirineos, ocupándose de diseñar un puente de 100 metros sobre el río Ter, trabajo por el que se le concedió el grado de capitán.

En Figueras estuvo al cargo de la rehabilitación del castillo de San Fernando, pero una disputa hizo que se decidiera enviarlo a América. Tras varios aplazamientos, en 1803 llegó a Nueva Granada para ocuparse de dirigir exploraciones de reconocimiento y de preparar las defensas frente a los independentistas.

Ya como teniente coronel y por encargo del virrey Antonio mar y Borbón, se dedicó a la elaboración de un detallado mapa de Nueva Granada, que incluía la descripción física y sobre la toponimia. Para su confección se utilizó la “ojeada militar”, consistente en observar los accidentes geográficos según se pasaba por ellos.  Al mismo tiempo, estudió la navegabilidad del río Magdalena. 

En 1810 estalló la Guerra de emancipación de Colombia y tres años después tuvo que retirarse de la defensa de Santa Marta, lo que causó su expulsión del ejército. Arrestado en Panamá, sería allí donde, con la ayuda de su hijo, concluiría el mapa que incluía las actuales Colombia, Ecuador y Panamá, en total 2 millones de km2.  

En 1817 regresó a España y tras su muerte fue rehabilitado de manera póstuma y se le nombró general de Infantería. 

(Servicio de Información Bibliográfica)