En la Universidad de Sevilla ejerce como catedrático de Geografía Histórica. Siguiendo sus principios krausistas, en la capital andaluza funda el Ateneo y la Sociedad de Excursiones, además de crear la Biblioteca científico-literaria, que publica 36 volúmenes, y editar Filosofía de la muerte (1877), sobre escritos de Sanz del Río. Cada vez más interesado en la Historia, se aleja de la Metafísica para ocuparse principalmente de la Prehistoria y la Antropología. Esto le lleva a publicar en 1881 El hombre primitivo y las tradiciones orientales, en el que desarrolla su ideario positivista, o su Historia General (1905), en la que amplía la obra de Fernando de Castro.
Considerado el primer sociólogo español y uno de los más destacados entre sus coetáneos europeos, en 1889 escribe Estudios de sociología, al que siguen los tres tomos de su Tratado de sociología (1894-1897), en los que muestra sus presupuestos biologistas, con gran influjo de Spencer. Alcanzada una posición de referente en su campo, logra la primera cátedra de Sociología en la Universidad de Madrid, forma parte de la Academia de Ciencias Morales y Políticas y de la de Bellas Artes de San Fernando, en 1890 ocupa el puesto de vicesecretario del Instituto Internacional de Sociología de París y un año después crea el Instituto de Sociología.
Traductor de autores como Hartmann o Laufrey, también se prodigó en numerosos discursos y conferencias. Su evolución le llevó a acercarse a los postulados de Durkheim, y aunque nunca mostró demasiado interés por la política, su implicación en las cuestiones más candentes de su época le llevaron a publicar en 1910 Los problemas sociales. Su última gran contribución a la emergente ciencia fue Sociología general, publicada póstumamente en 1912.
(Servicio de Información Bibliográfica)