Sin que hubiera mostrado hasta entonces posicionamientos claramente políticos, fue entre 1922 y 1923, a raíz de sus contactos con los cenetistas Alfredo Donnay y Daniel Orille, cuando Isaac comenzó a colaborar con las publicaciones anarquistas de la época y se afilió al recientemente creado Sindicato de Oficios Varios en Maeztu. También fue un periodo en el que mantuvo un consultorio médico gratuito por correspondencia, en el que atendía principalmente a trabajadores.
De esta etapa salieron textos y panfletos divulgativos sobre cuestiones médicas y de sexualidad en Generación consciente o Estudios. Mientras su deriva científica se centró en la promoción de la higiene, el naturismo preventivo, el alpinismo, la alimentación sana y la medicina popular; en su declinación anarquista defendió la libertad sexual de la mujer, el divorcio, la anticoncepción o el aborto terapéutico. Las ideas de Isaac Puente se alinearon, entonces, con las posturas neomalthusianianas y eugénicas de la época, que veían un símil entre la medicina y la política. El culto a la higiene y el ejercicio de la libertad irían de la mano, pues como médico, vio en el naturismo un remedio o una vía para recuperar las condiciones naturales del organismo, al mismo tiempo que vio en la revolución social un remedio para tratar los males del ambiente. Para Puente, el protagonista de esta transformación siempre fue el mundo rural. Un médico rural fue su pseudónimo.
Debido a su profesionalización, en 1927 pasó a formar parte de la dirección del Colegio de Médicos de Álava. En 1930, elegido como vicepresidente del mismo, tuvo que acudir obligatoriamente como representante del Colegio a la Diputación Provincial. De este cargo de diputado con el que nunca comulgó dimite a los dos meses.
Los años treinta son los años más prolíficos de Isaac Puente tanto en su práctica de divulgación médica como en su compromiso con la participación política. La salud, la fiebre o los microbios fueron algunos de sus temas de estudio, y su objetivo promover una información accesible y comprensible sobre estos fenómenos. Los folletos al respecto fueron ampliamente distribuidos por las editoriales libertarias, como se puede ver en la Biblioteca Digital Hispánica (BDH).
Sin embargo, sería El Comunismo Libertario, publicado por primera vez en 1932, el panfleto más leído y reproducido del pensamiento de Isaac Puente, especialmente a raíz de su impronta en las colectivizaciones agrarias y anarcosindicalistas después de 1936.
Después de la experiencia en la diputación, Isaac había empezado a complementar sus aportes teóricos en las publicaciones anarquistas con un activismo directo. En 1932 fue detenido por primera vez. Pasó varios días entre la prisión de la calle Paz de Vitoria y la de Briviesca en Burgos por tenencia ilícita de armas, aunque se especuló que su detención estuvo más ligada a sus textos que a sus acciones. En 1933, además de promover la campaña abstencionista, fue nuevamente detenido por su significación sindical, en esta ocasión a raíz de la huelga general convocada por CNT por la liberación de presos de las cárceles españolas. Una tercera detención y posterior encarcelamiento en Zaragoza tuvo lugar en diciembre del mismo año, cuando representó a la FAI en el Comité Revolucionario que promovió una insurrección armada. Gracias a la movilización social, los presos, entre ellos Isaac, fueron amnistiados y liberados en 1934.
Tras el levantamiento militar de julio de 1936 y al estar Maeztu en zona sublevada, Puente fue detenido la madrugada del 28 al 29 de julio en la casa donde vivía con su mujer, sus dos hijas y su padre. La noche del 31 de agosto, sin firmar arrepentimiento por sus obras, fue sacado de la cárcel de Vitoria y fusilado, sin proceso alguno, presumiblemente en el desfiladero de Pancorbo (Burgos). En 1940, el Tribunal de Responsabilidades Políticas lo condenó por su afiliación a la CNT, sin reconocer responsabilidad alguna en su asesinato.
(Servicio de Información Bibliográfica)