Comenzó a escribir poesía en castellano, pero a partir de 1875 lo haría solo en catalán. Fue entonces cuando cambió la letra “c” de su apellido por una “s”. En 1862, realizó su primera publicación en Eco de Euterpe. Colaboró para diversas cabeceras como La Alianza de los pueblos, La Ilustración Católica, La Veu de Montserrat, Lo Catalanista, El Llibre del obrero, El Llibre de la fe, etc. En La Renaixensa publicó un artículo sobre la Ley del Divorcio en Francia que le valió una felicitación de Jules Simon. Sus ensayos se centraban en temas sociales como la educación de la mujer, la esclavitud y las condiciones de los trabajadores.
Vida literaria
En su faceta poética participó en 37 juegos florales. Entre otras distinciones consiguió el Premio en la Academia Bibliográfica Mariana de Lérida en 1878, la Lira de Plata de la Sociedad Literaria de Sans y el accésit de la Sociedad “La Araña” ese mismo año. Fue premiada en el concurso poético de Vich en 1882. En el certamen de Barcelona fue recompensada con la Englantina de oro en 1888 y con la Violeta de plata y oro en 1891. Recopiló sus principales obras en un tomo de poesías catalanas, muchas de ellas galardonadas en diferentes concursos literarios, se tradujeron además a diferentes idiomas.
A finales del siglo XIX su prestigio como escritora ya estaba bastante consolidado. No solo como poeta, sino también como novelista y dramaturga. Suele adscribirse a la corriente romántica, como muchas escritoras de su época, sin embargo la crítica ha establecido que tuvo un estilo más acorde al costumbrismo y el realismo. Para teatro redactó pocas obras, entre ellas Sembrad y recogeréis y Teresa o un jorn de prova, ambas estrenadas en el Teatro Romea de Barcelona en 1874 y 1876, respectivamente. A principios del siglo XX escribió novelas sobre la crisis moral y económica que afectaba a la clase media catalana, como La famila Asparó, La fabricanta, etc.
En 1907 publicó El feminisme a Catalunya y, dos años después, Estudi feminista. Orientacions per a la dona catalana. Rechazó el feminismo laico internacional, pues fue más partidaria de un reformismo católico y nacionalista de tintes conservadores. Presidenta del “Patronato de la aguja”, protector del proletariado femenino, consideró que la mujer burguesa debía proteger a la mujer trabajadora. Falleció en Sarriá (Barcelona), el 1 de abril de 1919, coincidiendo en estas fechas con el conflicto obrero.
(Servicio de Información bibliográfica)