Juderías, Julián
Juderías, Julián

- Ensayistas y prosistas
- Historiadores y arqueólogos
- Traductores
- Viajeros
En 2018 se cumple el centenario de la muerte de Julián Juderías Loyot, que fallece en Madrid el 19 de junio del año 18 de una neumonía causada, signo del destino, por la mal llamada gripe española, malográndose así, pues tenía apenas 40 años, una fecunda obra intelectual.
Nacido en la capital en 1877, había tenido tiempo de aprender 15 lenguas y de publicar numerosos libros e incontables artículos de revista. A esto hay que añadir sus muchas iniciativas de reforma social y protección de los más débiles. Pero su mayor aportación intelectual, su obra maestra, la que ha dejado huella, fue un libro que todo español culto debiera conocer, La leyenda negra, “digna de figurar en todas las bibliotecas públicas y privadas de España.” (FSR). En 2017 se cumplieron los cien años de la edición definitiva de este primer estudio sistemático del prejuicio antiespañol. Poco antes de morir había tomado posesión como académico de número de la Real de la Historia con un discurso sobre La reconstrucción de la historia de España desde el punto de vista nacional. Quedó su familia en una difícil situación económica, a pesar de lo cual sus descendientes han conservado fielmente los papeles de su archivo.
Etapa de traductor
Juderías fue traductor políglota, sociólogo, periodista, crítico literario e historiador “de mérito”. Su padre, Mariano Juderías Bender (1836-1900), fue igualmente traductor, intérprete y periodista. Su madre francesa, sus abuelos alemanes, sólo dos de sus bisabuelos eran españoles; una familia cosmopolita con más ilustración que fortuna. Él mismo casaría con una cubana. Raro y curioso, en España, apellidarse Juderías.
A los 17 años ingresa como intérprete en el Ministerio de Estado, hoy Exteriores. Estudia en la Escuela de Lenguas Orientales de París, y en Berlín y Leipzig, donde aprende el ruso. Es destinado en 1901 como joven lenguas en Odesa (Crimea). En 1903 publica su primer estudio social, El obrero y la ley obrera en Rusia y en 1904 Rusia contemporánea, estudios acerca de su situación actual, su primer intento de estudiar la imagen de un país. En Páginas eslavas, cuentos y narraciones (1912) publicará sus traducciones de Pushkin, Gogol y Gorki. Como traductor además del ruso (Chéjov, Tolstoi…), trabajó el alemán (E.T.A. Hoffmann), el inglés (Dickens), el sueco (Strindberg) y el portugués (Pinheiro Chagas): autores que traducía y estudiaba como crítico literario. Ya desde Rusia colabora en La Lectura, de la que llegaría a ser redactor jefe. Viaja por Europa, llegando a conocer en profundidad 15 lenguas (francés, alemán, inglés, italiano, holandés, ruso, portugués, húngaro, sueco, noruego, danés, rumano, búlgaro, checo y croata), habiendo ganado con justicia una plaza de intérprete en el Ministerio de Estado. Era lo que propiamente se llamaba un lengua o intérprete. Fue socio-bibliotecario del Ateneo de Madrid (creo su Boletín y consiguió que estuviera a cargo de un facultativo del Cuerpo de Bibliotecas), y la biblioteca del Instituto de Reformas Sociales fue el marco de su labor sociológica. Se interesó también por el pensamiento religioso y social protestante y eslavo (Tolstoi). Su corta vida transcurrió entre las generaciones del 98 y del 14. En sus últimos meses de vida colaboró en El Debate. Su independencia ideológica y de los grupos de poder, quizá la pagó con el olvido de sus logros.
A partir de 1906 se especializa en temas sociales e históricos sucesivamente. Se ocupa de lacras y miseria sociales: la infancia abandonada y el trabajo infantil, la delincuencia juvenil, la prostitución y la trata de blancas, la mendicidad y la pobreza urbana, la higiene. Se interesa por el microcrédito. Fue precursor de ciertas ideas socialdemócratas, del activismo social moderno y del pensamiento social-cristiano. Algunas de sus iniciativas terminaron formalizadas en leyes.
El Juderías sociólogo da paso al historiador estudioso de la época de la llamada decadencia del último de los Austrias (el reinado de Carlos II) y de la imagen de España en el devenir histórico. Su concepción de la historia se adelanta a la escuela francesa de los Annales, hacia la historia total.
Obras
Obras principales: La miseria y la criminalidad en las grandes ciudades de Europa y América (1906); La protección a la infancia en el extranjero (1908); Los hombres inferiores, estudios acerca del pauperismo en los grandes centros de población (1909); El problema de la mendicidad en los grandes centros de población, medios prácticos de resolverlo (1909); La reglamentación de la prostitución y la trata de blancas (1909); La higiene y su influencia en la legislación (1910); La trata de blancas, estudio acerca de este problema social en España y en el extranjero (1911); La juventud delincuente, leyes e instituciones que tienden a su regeneración (1912); La infancia abandonada, leyes e instituciones protectoras (1912); España en tiempo de Carlos II el Hechizado (1912); Don Gaspar Melchor de Jovellanos, su vida, su tiempo, sus obras, su influencia social (1913); Gibraltar, apuntes para la historia de la pérdida de esta plaza, de los sitios que le pusieron los españoles y de las negociaciones entre España é Inglaterra referente a su restitución, 1704-1796 (1915); Don Francisco de Quevedo y Villegas (1922).
En 1914 publica, a raíz de un concurso de La Ilustración Española y Americana, el trabajo La leyenda negra y la verdad histórica, contribución al estudio del concepto de España en Europa, de las causas de este concepto y de la tolerancia religiosa y política en los países civilizados. Y en 1917 sale la 2ª y definitiva edición bajo el título de La leyenda negra, estudios acerca del concepto de España en el extranjero. Ha sido calificada de una “hermosísima vindicación y exaltación justa y conmovedora de los valores culturales hispanos, puestos en entredicho por tantos escritores extranjeros de todas las épocas, obra verdaderamente ejemplar”. No es una apología o elogio de España al viejo estilo tradicional de los “Laudes Hispaniae”, sino un análisis absolutamente moderno, rigurosamente documentado y pionero sobre la imagen, la imagología, y la propaganda, sobre el prejuicio antiespañol. Consagró universalmente la expresión “leyenda negra”, que habían usado Pardo Bazán y Blasco Ibáñez, concepto opuesto al de leyenda dorada o áurea, abriendo todo un campo de estudio para historiadores e hispanistas. Recientemente Luis Español Bouché le vindicó con una biografía y el estudio y edición de su obra maestra; publicaciones recientes sobre leyendas negras e imperiofobias han rescatado del olvido, ya que no nos la ha devuelto al primer plano de la actualidad, la meritoria figura de Julián Juderías, al cumplirse los cien años de su desaparición.
(Servicio de Información Bibliográfica)
Cronología
Nace Julián Juderías
Trabaja como intérprete en Odesa, Crimea. Colabora en La Lectura
Bibliotecario del Ateneo de Madrid
Publica 2ª ed. definitiva de La leyenda negra
Muere de la “gripe española” el 19 de junio
Estudia en la Escuela de Lenguas Orientales de París, en Berlín y Leipzig
Gana su plaza de intérprete de tercera clase y publica Rusia contemporánea
Gana el concurso con su ensayo La leyenda negra
Toma posesión como Académico de la Historia el 28 de abril
- Juderías, Julián La leyenda negra de España, reedición del clásico publicado en 1914; ed. y pról.. de Luis Español. Madrid, La esfera de los libros, 2014. – 470 p
- Español Bouché, Luis Leyendas negras, vida y obra de Julián Juderías (1877-1918), la leyenda negra antiamericana. Valladolid, Junta de Castilla y león, 2007. - 413 p. : il.- 1ª ed. en 2004