Vuelve a España en 1878 y al poco tiempo es enviado a Jaén como delegado del Banco de España, permaneciendo allí tres años. A su vuelta a Madrid se adhiere al partido Izquierda Dinástica de Segismundo Moret. Desempeñó varios puestos y en 1883 es nombrado gobernador civil de Valencia.
Fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1920, ocupando la silla eme mayúscula.
Colaboró en numerosas publicaciones, entre ellas La Ilustración Española y Americana, Blanco y Negro y Gente Vieja. Entre sus novelas destacan las agrupadas bajo el título Los de mi tiempo: Sitilla (1897), El ilustre Manguindoy (1899), El Conde Perico (1906), La olla grande (1909), La piedra de Toque (1910) y Telva (1911). Y también El que a cuerno mata (1920), El Corregidor de Almagro (1921), La huella del pecado (1922), El loro mudo (1923), El aderezo de esmeraldas (1924), Clara Porcia (1925), Mi amigo el verdugo (1930) y Entre purgatorio y gloria (1931).
De sus libros de relatos pueden destacarse Andróminas (1901), La derrota de Mañara (1907?) y Vidas truncadas (1914). También cultivó el género teatral, con el drama Carlos Edel (1902).
Memorias
Casi nonagenario comenzó a publicar sus memorias, que retratan con amenidad y gracia la vida del Madrid de la segunda mitad del siglo XIX y el primer cuarto del XX. Estas memorias están compuestas por los siguientes títulos: Mis primeros ochenta años (1925), Lo que me dejé en el tintero (1927), La España que fue (1929), Clío en pantuflas (1930) y Gota a gota, el mar se agota (1934).
Falleció en Madrid el 26 de marzo de 1936.
(Servicio de Información Bibliográfica)