González-Blanco, Andrés
González-Blanco, Andrés

- Filólogos, críticos e historiadores de la literatura
- Periodistas
- Poetas
- Traductores
Autor de diversos géneros literarios, crítico y traductor, aunque nació en Cuenca a los pocos meses su familia se instaló en Luanco (Asturias) debido al trabajo de su padre, que era inspector de primera enseñanza. Tras pasar un tiempo en Ciudad Real, donde murió su progenitor, en 1895 la familia, compuesta por su madre, María del Carmen Gutiérrez, y sus hermanos Edmundo, Pedro, Asunción y Dolores, todos ellos dedicados a las letras, se fue a vivir a Madrid. Él pronto ingresó en el Seminario de Oviedo, pero en 1903 abandonó la carrera eclesiástica, hacia la que no se sentía inclinado.
En 1904 inició su estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, pero no los concluyó, absorto como estaba en la literatura. Con 17 años empezó a colaborar en prensa (Blanco y Negro, España, y muchas otras publicaciones), una relación que con el tiempo le llevaría a dirigir el periódico La Jornada y la revista Cervantes. Antes de alcanzar este puesto, vivió un tiempo en París, donde publicó una de sus obra que con el tiempo sería más reconocidas, Los Contemporáneos (1907), una serie de semblanzas de escritores encargadas por la casa Garnier.
Su labor literaria comenzó a tener resonancia con la novela Un amor de provincia (1908). Ese mismo año obtuvo un premio del Ateneo de Madrid por su Historia de la novela en España, en la que dio muestras de su erudición y prolijidad. Además de la ficción y el ensayo, también transitó la poesía, con su obra Poemas de provincia y otros poemas (1910). Su firma fue muy habitual en colecciones de gran repercusión durante esos años, como La Novela Semanal o La Novela Corta.
Pero su fervorosa actividad no le evitó pasar por dificultades económicas, lo que quizá llevó a que su abundante obra no siempre alcanzara la excelencia. Además de publicar como mínimo un libro al año, multiplicó sus colaboraciones en la prensa, tanto española como hispanoamericana. Gran lector, con una asombrosa memoria, dominaba varias lenguas y era famoso por su rapidez escribiendo y por su capacidad de concentración para trabajar en cualquier lugar.
Se dice que en diez días fue capaz de componer un libro de 160 páginas sobre Menéndez Pelayo, al mismo tiempo que escribía una novela, un artículo, un prólogo y cartas galantes. No es de extrañar que se le calificara como un “Menéndez Pelayo en agraz” (según algunas fuentes, el calificativo se lo otorgó Cansinos Assens, según otros fue Borges).
Otra faceta también importante en su carrera fue la de traductor, tanto del francés (Paseos por Roma, de Stendhal, en 1919), como del portugués, siendo uno de sus autores predilectos Eça de Queiros, de quien vertió por ejemplo San Cristóbal (1920). Otro de sus autores preferidos fue Galdós, a quien acompañó en sus últimos años y a quien dedicó uno de sus estudios biográficos, otra de sus especialidades, pues también dedicó obras a Rubén Darío, Felipe Trigo o Clarín.
Amigo de muchos de los escritores más destacados de su época, desde Emilia Pardo Bazán a Blasco Ibáñez, pasando por Gomez de la Serna, Azorín y Juan Ramón Jiménez, y de muchos otros habitantes de la bohemia que como él mismo han sido casi olvidados, fue considerado el crítico más relevante de su momento. También alcanzó gran popularidad gracias a sus novelas cortas, en las que mezclaba realismo con toques eróticos, pero su prematura muerte impidió que su obra alcanzara el verdadero vuelo al que parecía destinado.
(Servicio de Información Bibliográfica)
Cronología
Nace en Cuenca el 21 de agosto
Inicia estudios de Filosofía y Letras en Madrid
Publica la novela Un amor de provincia
Director de la revista Cervantes
Traducción de San Cristóbal, de Eça de Queiros
Ingresa en el Seminario de Oviedo
Publica las semblanzas literarias Los Contemporáneos
Traducción de Paseos por Roma, de Stendhal
Fallece en Madrid el 21 de octubre