Desde ese año hasta 1906 enseñó lengua y literatura españolas en el Seminario Pío Latinoamericano de Roma. De 1906 a 1910 estudió Teología en la Universidad de Insbruck, donde fue ordenado sacerdote el 26 de julio de 1909. Durante el curso 1910-1911 estudió paleografía y otras disciplinas históricas en Viena. Pasó el año siguiente investigando en el Archivo de la Corona de Aragón. Desde 1913 residió en Madrid, dedicado principalmente a la investigación histórica. Fue redactor de la revista Razón y Fe (1914-1925), director de la colección Biblioteca Razón y Fe y redactor de Estudios Eclesiásticos (1922-1931).
Autor de numerosas obras, la más importante y conocida es la Historia Eclesiástica de España (1929-1936). De entre las demás cabe destacar la edición de la Crónica de Alfonso III (1918), el Catálogo de los códices y documentos de la Catedral de León (1919), Metodología y Critica Históricas (1921), Paleografía española (1923), Rosas de martirio (1925) y El destino de España en la Historia Universal (1936).
El prestigio alcanzado gracias a estas le valió ser elegido en 1934 académico de número de la Real Academia de la Historia.
El Colegio de Areneros, donde residía, fue incendiado, como otros muchos edificios eclesiásticos, en 1931, tras la proclamación de la República, y allí ardieron las casi 30.000 fichas así como otros materiales acopiados para la preparación de los tomos tercero y siguientes de su Historia Eclesiástica (planeada en diez tomos).
Al ser disuelta la Compañía de Jesús en 1932, dirigió la Academia “Didaskalion” y continuó su labor investigadora. Consiguió reconstruir y publicar el tomo III de la Historia Eclesiástica, su gran obra, que quedó inconclusa al ser detenido en Madrid y fusilado en la carretera de Vicálvaro el 1 de octubre de 1936.
(Servicio de Información Bibliográfica)