En 1900, publica su primera obra, Cançons catalanes, seguida cinco años más tarde por Cançons d’infants. Esta última tendrá una gran repercusión, ya que fue premiada en la Festa de la Música Catalana en 1905. La obra tuvo 12 ediciones en catalán y fue traducida al castellano (Canciones infantiles), llegando incluso a ser declarada como de utilidad para la enseñanza primaria de forma oficial. Asimismo, la segunda serie de Cançons d’infants volvió a ser premiada en los Jocs Florals de Girona de 1908.

Ese mismo año, funda la institución Cultura Musical Popular, donde impartirá lecciones musicales de canto, solfeo y danza. Además, entre otras actividades asociadas a esta iniciativa, creó la revista divulgativa Biblioteca Juvenil de Cultura Musical Popular y formó el coro de Cultura Musical Popular, el cual actuó en diversos hospitales, centros penitenciarios, asilos, hospicios, etc. Aunque se dedicó principalmente a la composición de piezas infantiles y a la difusión de la música popular, su obra también incluye una gran cantidad de melodías sueltas y algunas sardanas, además de composiciones musicales para obras líricas como Rodamón.

En 1917, acude al Ateneo de Madrid para dar una conferencia y el Ministro de Instrucción la invitará a quedarse para impartir un curso de pedagogía musical llamado “Perfeccionamiento de los cantos en las escuelas”. Para ello, se pone a su disposición el salón de estudios históricos de la Biblioteca Nacional, lugar donde reunió tanto a maestros como a discípulos. El curso tuvo un gran éxito, llegando a formarse un coro similar al de Cultura Musical Popular, el cual también ofreció conciertos benéficos. Asimismo, la popularidad del curso se hizo eco en la prensa de la época:

En la planta baja de la Biblioteca Nacional; sección de estudios históricos; unas voces de niños que cantan alegremente un coro infantil. Entramos. En la extremidad de un salón muy grande, en torno de un piano, unos 80 niños y niñas cantan siguiendo atentamente las indicaciones de la batuta, que agita una señora de cierta edad. Esta señora unas veces aprueba, otras reprende, e incansablemente hace repetir tal o cual frase que «no sale bien». Los niños — niños humildes, y muchos de ellos niños muy pobres — cantan casi en éxtasis; (…) y cuando termina la lección piden y suplican que se prolongue. Porque esto que parece una fiesta es una lección; es el curso que «gratuitamente», la ilustre compositora catalana Narcisa Freixas ha venido a dar a los niños de las escuelas públicas de Madrid. [1]

La compositora fallece el 20 de diciembre de 1926 en Barcelona. No obstante, sus familiares y amigos continuarán su labor pedagógica entre niños y personas desfavorecidas. En primer lugar, realizando en 1928 una edición ilustrada de todas sus obras en homenaje a la autora, la cual contó con el apoyo de más de veinte ayuntamientos catalanes. Asimismo, su hijo, José María Petit Freixas, fundó junto con su esposa el Hogar Infantil Narcisa Freixas en una antigua finca de la compositora en La Garriga. Esta institución benéfica funcionó como escuela y sanatorio de niños pequeños con algún tipo parálisis, siendo sostenida principalmente gracias a las obras publicadas de Narcisa Freixas y su hijo.

[1] Nelken, M. (17 de marzo de 1917). La vida y las mujeres. La obra de Doña Narcisa Freixas. El día. https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=f25dfce8-598a-4858-8380-c09676fec9eb

  (Servicio de Información Bibliográfica)