Sus primeros años escolares estuvieron marcados por la influencia negativa de un maestro autoritario, pero su pasión por aprender floreció gracias a otro maestro que le inculcó el gusto por el conocimiento. Con solo 10 años ingresó en el Seminario de Segorbe, para continuar su formación en sintaxis, retórica y poética latina y castellana.

En 1791, viajó a Valencia para estudiar Filosofía y poco después, obtuvo el grado de maestro en artes por oposición. A pesar de su desinterés por la religión, accedió a estudiar Teología para complacer a sus padres, destacando en griego y hebreo.

Estudios de botánica

A los 23 años, se trasladó a Madrid en donde trabajó como profesor en los Reales Estudios de San Isidro. Durante esta estancia estudió botánica, mineralogía y química en el Real Jardín Botánico, disciplinas que le ayudaron a iniciarse en la criptogamia. En este periodo conoció a destacadas figuras de la botánica con las que posteriormente trabajó, como Antonio José Cavanilles, Casimiro López de Ortega y Mariano Lagasca. Con estos dos últimos publicó la Introducción a la criptogamia española en la revista Anales de Ciencias Naturales.

En 1802 fue profesor de la Cátedra de árabe. Allí conoció a Domingo Badía Leblich, viajero, botánico y espía catalán, con el que a punto estuvo de realizar un viaje con fines científicos por el interior de África, sufragado por Manuel Godoy y que resultó ser de espionaje. Para preparar la expedición residieron en París y Londres donde se codeó con botánicos de aquellas ciudades estudiando las colecciones del Museo Nacional de Historia Natural de París y del Herbario y Biblioteca de Banks de Londres. Finalmente, Badía escapó solo a África y Clemente, por encargo de Godoy, viajó a Andalucía en donde realizó un amplio estudio de las zonas de Granada, Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, Málaga, Almería y Sevilla, sobre su historia natural, la adecuación de las especies de flora a su medio, realizó estudios geográficos, como la medición del pico Mulhacén, prácticas agrícolas y analizó los usos, costumbres y hasta el lenguaje de esa área.

Investigaciones llevadas al papel

Los resultados de sus investigaciones se plasmaron en diversos artículos publicados entre 1805 y 1808, en el Semanario de Agricultura y Artes, revista relacionada con el Real Jardín Botánico, institución de la que también fue bibliotecario en 1805 y en 1815. Entrado 1807, publicó una de sus obras más importantes Variedades de la vid común que vegetan en Andalucía, donde aplicó sus conocimientos de criptogamia a una nueva disciplina, la ampelografía. Durante este tiempo, colaboró con otros botánicos en la creación de un jardín experimental con todas las tipologías de vid en Sanlúcar de Barrameda.

La Guerra de la Independencia envió a Clemente a su villa natal donde trabajó en su Historia civil, natural y eclesiástica de Titaguas, finalmente publicada en el año 2000.

En 1815 retomó su plaza de bibliotecario del Real Jardín Botánico, bajo cuya dirección estaba Mariano Lagasca. Juntos trabajaron en el proyecto de la Ceres Hispánica, estudiando diversas variedades de cereales que se cultivaban en España y publicaron el ensayo Sobre las castas de trigo, que pretendía formar parte de la reedición y actualización de la primera edición de la Agricultura General de Gabriel Alonso de Herrera, a la que también aportó estudios sobre el cultivo del algodón y las variedades de la vid, la vinificación y los principales vinos de España en aquella época.

Recuperado de la fiebre amarilla, fue diputado por Valencia durante el Trienio Liberal donde formó parte de la Comisión de Agricultura. Debilitado por las secuelas de la enfermedad y por el regreso del absolutismo, se retiró nuevamente a Titaguas, donde continuó sus estudios sobre la historia natural local y se interesó en la apicultura.

En 1825 regresó a Madrid, fue nombrado presidente de la Junta Directiva del Real Jardín Botánico y retomó algunos proyectos, entre ellos, la Historia natural del Reino de Granada, que finalmente dejó inconclusa, falleciendo el 27 de febrero de 1827.

(Servicio de Información Bibliográfica)