Luisa Carnés nació en el seno de una familia humilde, su padre barbero y su madre sastra, fue la mayor de seis hermanos. Abandonó la escuela a los once años para trabajar en un taller de confección de sombreros, que no abandonó hasta los dieciocho años.
Autodidacta y para contrarrestar la ausencia de formación escolar, empezó a leer y a descubrir a los clásicos a partir de ediciones económicas, de los folletones publicados en los periódicos y de los préstamos bibliotecarios. En 1923 se inició en la escritura de cuentos y entre 1926 y 1929 aparecieron cuatro de ellos en la prensa, el primero de los cuales Mar adentro, fue publicado en La Voz, Madrid, 22 de octubre de 1926.
En 1928 trabajó como telefonista y mecanógrafa en la editorial CIAP (Compañía Iberoamericana de Publicaciones). Allí entró en contacto con el mundo literario y publicó su primera obra Peregrinos del calvario, compuesta por tres relatos. En la editorial conoció al que sería su primera pareja, el dibujante Ramón Puyol, autor del cartel “No pasarán” de la causa republicana.
En 1930 año publicó su segundo libro Natacha, narración con claras influencias de la novela social rusa que recibió una muy buena acogida entre la crítica de la época.
Tras quebrar CIAP y teniendo ya un hijo, la pareja se trasladó a Algeciras, de donde era originario Puyol. Luisa Carnés siguió escribiendo y después de un corto tiempo en Algeciras volvió a Madrid en 1933. Al no encontrar trabajo como periodista, aceptó el puesto de camarera en un salón de té, que le proporcionaría la trama para su tercera novela Tea Rooms. La mujer obrera, publicada en 1934, reeditada en 2014 y 2016, y llevada a los escenarios en 2021 y 2022. El éxito de la novela, que plantea como tema central de la narración, la situación laboral de las mujeres, le abrió las puertas a las colaboraciones en prensa y empezó a publicar en Estampa, la revista gráfica de mayor tirada de la época y en el diario Ahora.
Afiliada al PCE en 1936, formó parte del grupo de intelectuales que conquistó el voto femenino en España.
Durante la guerra escribió artículos y estrenó obras de teatro con Rafael Alberti. Formó parte de la redacción de Frente Rojo, La Hora y Verdad.
En 1939 redactó un libro de memorias, De Barcelona a la Bretaña francesa, que narra las duras condiciones en las que los exiliados conseguían atravesar la frontera francesa. En mayo de ese mismo año, al igual que muchos miles de refugiados, fue trasladada a México con la ayuda del gobierno mexicano. En ese país continuó con su actividad literaria y consiguió empleo en varias publicaciones periódicas, en las que firmaba bajo el seudónimo de Clarita Morales. En 1945 publicó una biografía novelada, Rosalía de Castro. Entre 1951 y 1964 aumentó su producción literaria, desde novela, Juan Caballero (1956), y El eslabón perdido (1956), que dejó inédita tras su muerte, hasta cuentos y una obra de teatro.
En 1964 un trágico accidente de tráfico acabó con su vida.
(Servicio de Información Bibliográfica)