Literato desde la adolescencia
Tiene obra poética, narrativa y dramática. Su primera novela Las emocionantísimas aventuras de Calck-Zettin la escribe a la edad de 14 años y poco después compone sus primeros poemas, reunidos bajo el título Ensueños.
En sus años adolescentes publica relatos y poemas en la revista Los muchachos y en los periódicos El Imparcial, La Tribuna y La Libertad, a cuyo redactor-jefe Antonio Lezama dedica el autor varios textos fruto de su profundo agradecimiento.
La forma de publicitar y vender sus libros delata la pintoresca manera de vivir del autor. Monta un puesto en la calle donde intenta vender sus obras a voz en grito, amenaza con suicidarse si no le ayudan, como en el caso de los hermanos Álvarez Quintero, o se presenta en las tertulias literarias de los cafés Levante, Colonial, Oriente, Pombo o Europeo intentando llamar la atención de sus colegas de profesión. Estas anécdotas forman parte de los recuerdos reflejados en obras de escritores como Ramón Gómez de la Serna, César González- Ruano o Rafael Cansinos Assens.
Su salud mental se deteriora y su madre le ingresa en 1924 en el Departamento de Dementes del Hospital Provincial de Madrid. A partir de 1929 es internado en los manicomios de Valladolid, desde donde escribe su famoso testamente dirigido al Rey Alfonso XIII, Logroño y Madrid, diagnosticado de esquizofrenia paranoide.
Los graves problemas mentales del autor hacen que su amplia obra quede enmarcada entre los años 1917 y 1928. Así destacan entre otras muchas, en poesía: Cancionero del arroyo (1920), Rosas negras y Yo y mis versos (1921), Por el amor de Dios (1922), Primavera sin sol (1924), El umbral del recuerdo (1928); en narrativa: Cantares (1918), El arte de pasar hambre, El aluvión, Mis memorias y Maruja la de Cristo (1924) y La cortesana del Regina (1927); en teatro: Sor misericordia (con Mario Arnold) (1923), El rey de los milagros (1924), La Reina del Bosque (1925), Los dos alfareros (1927) y El rufián (1928).
Fallece en el hospital psiquiátrico de Logroño el 9 de junio de 1940, debido a una tuberculosis pulmonar. Muere completamente solo ya que su madre había fallecido en un accidente hacia 1932.
Reconocimiento póstumo
Recibe numerosos reconocimientos, todos después de su muerte. En 2004, la Universidad de La Rioja celebra su centenario, el Ayuntamiento de su pueblo natal Ezcaray le dedica el nombre de una calle y pone una placa en la casa donde nace. En 2006 la Banda Municipal de Ezcaray compone un pasodoble con su nombre y el Instituto de Estudios Riojanos patrocina un estudio sobre la vida y obra del autor, que prolonga al año 2008. Los hermanos Diego y Rubén Marín Abeytua originarios también de Ezcaray crean una editorial a la que ponen el nombre de Buscarini. Como homenaje curioso, un bodeguero riojano pone el nombre de “Orgullo”, título de uno de sus poemas más famosos, a uno de sus vinos.
(Servicio de Información Bibliográfica)