Bartolozzi, Francis

Bartolozzi, Francis

1908
2004
Imagen
Mujer de medio cuerpo sujetando un libro (INVENT/374)
Lugar de nacimiento
Madrid
Lugar de fallecimiento
Pamplona
Categorías
  • Artistas plásticos

Dibujante y pintora nacida en Madrid, fue una de las pioneras del tebeo español. Conocida como Pitti, era hija de Angustias Sánchez García y Salvador Bartolozzi, uno de los mejores dibujantes de principios de siglo, quien renovó la estética de la editorial Calleja y creo personajes que marcaron a varias generaciones de niños, como su versión de Pinocho o sus historietas protagonizadas por Pipo y Pipa. Su figura tendría una huella indeleble en la formación de su hija.

Gracias a la posición de su padre, pasó su infancia rodeada de un ambiente intelectual y progresista en el que se movían Ramón Gómez de la Serna, Gutiérrez Solana o Rafael de Penagos. De pequeña sufrió tosferina, viéndose obligada a pasar estancias en el campo, lo que unido a su casa madrileña junto al Retiro despertaría su interés por la naturaleza. Otro suceso que marcó su formación fue la separación de sus padres debido a la infidelidad de Salvador con su colaboradora Magda Donato.

La buena posición familiar facilitó que se inscribiera en el Instituto Escuela, centro vinculado a la Institución Libre de Enseñanza donde estudiaban los hijos de la élite intelectual madrileña, y en la que disfrutó de una formación liberal y moderna. En 1925 ingresó en la Escuela Especial de Pinturas, Esculturas y Grabados, donde recibió una sólida formación técnica, aunque sus gustos personales eran más avanzados de los que recibía en las clases. Pese a que la presencia femenina era escasa, allí se hizo amiga de otras compañeras con inquietudes artísticas, como Remedios Varo y Delhy Tejero. También allí conoció a Pedro Lozano de Sotés, con quien se casaría en 1933 y junto al que formaría una fructífera pareja artística.

Inicio de su carrera

Sus primeros pasos profesionales los realizó en la editorial Calleja y dando clases de dibujo en el Instituto Escuela. Pronto se dio a conocer gracias a sus colaboraciones en revistas ilustradas como Gente Menuda, el suplemento infantil del ABC, y Crónica, para la que creó la tira cómica Las aventuras de Canito y Peladilla (1934-1937), uno de los primeros tebeos realizados por una dibujante española. Estas obras muestran su inclinación por el mundo infantil, que siempre fue su gran pasión.

En 1931 participó en la fundación del Primer Salón de Dibujantas. Junto a Pedro trabajó en escenografías y conoció a figuras del mundillo teatral, como Margarita Xirgu o la Argentinita. Ambos elaboraron los decorados de Divinas palabras, sobre dibujos de Castelao, y entre otros colaboraron con el director Rivas Cherif. También fue activa su participación en las Misiones Pedagógicas, donde ayudaron en la puesta en escena de textos de Alejandro Casona o Pedro Salinas.

El inicio de la Guerra Civil sorprendió al matrimonio en Madrid, donde permanecieron realizando labores de propaganda a favor de la República, como sus colaboraciones con Altavoz del frente, lo que no impidió que estuviera a punto de ser fusilada por unos milicianos junto a su cuñada Carmen. En 1937 la familia se trasladó a Valencia, donde permaneció hasta el final de la guerra. Allí aprendió la técnica del grabado y realizó algunas obras que por su expresividad y violencia se alejan de su estilo habitual. Gracias a sus relaciones familiares, no tuvieron graves problemas al terminar la contienda y pudieron instalarse en Pamplona, ciudad natal de Pedro.

En la capital navarra disfrutaron de cierta seguridad, pero nunca dejaron de ser mirados con suspicacia debido a su pasado republicano y además perdieron sus contactos culturales. Allí tuvieron cuatro hijos, entre los que se encontraba Rafael Bartolozzi, quien con el tiempo continuaría la tradición artística familiar. Aunque ocupada en el cuidado de su familia, Francis nunca dejó de pintar. Así, en los años 40 inició su colaboración con Arriba España, donde mantenía una columna semanal de conversaciones con su perra Kuka, y en la que además apareció su historieta El Capitán Trompeta y el Marino Trompetín.

Pintura y teatro

En 1955 abrió en Pamplona la Sala García Castaño, en la que expondría sus obras. Su vertiente pictórica denota un gusto por los paisajes castellanos y urbanos, lo que la emparenta con la Escuela de Vallecas. También mantuvo su dedicación al teatro, realizando el vestuario del grupo de danza folclórica Duguna y diversas escenografías para el teatro Gayarre. Por otra parte, una fuente de ingresos para la familia fue la elaboración de murales para las más diversas instituciones, incluyendo parroquias, facultades y restaurantes.

Desde mediados de los 60 decayó su producción, pero una vez muerto Pedro retomó su actividad con más ímpetu y libertad que nunca. A partir de mediados de los 80 comenzó a participar en exposiciones y su labor fue reconocida por diversas instituciones, de lo que da fe la retrospectiva que se le dedicó en 1991 en el Museo de Navarra. Su obra, pese a alargarse durante más de siete décadas, siempre mantuvo unas constantes particulares. Destaca por su calidad cromática, su humorismo, una simplicidad formal lograda a través de una gran técnica. En la actualidad algunos de sus cuadros forman parte de los fondos del Museo Reina Sofía.

(Servicio de Información Bibliográfica)

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Cronología

1908

Nace en Madrid el 6 de septiembre

1931

Participa en la fundación del Primer Salón de Dibujantas

1937

Durante su estancia en Valencia realiza grabados sobre la guerra

1950

Comienza a publicar El Capitán Trompeta y el Marino Trompetín en Arriba España

1991

Inauguración de una muestra conmemorativa sobre su obra en el Museo de Navarra

1925

Ingresa en la Escuela Especial de Pinturas, Esculturas y Grabados

1934

Crea la tira cómica Las aventuras de Canito y Peladilla

1939

Se instala en Pamplona junto a su marido, Pedro Lozano de Sotés

1956

Expone sus pinturas en la Sala García Castaño

2004

Fallece en Pamplona el 8 de noviembre