Ortografías

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Recopilacion subtilissima, ...

A lo largo del siglo XVI comienzan a aparecer en España ortografías del español que con frecuencia corresponden más bien a lo que actualmente denominamos caligrafías, como es el caso de la más destacada del siglo, la de Juan de Icíar. Su Recopilacion subtilissima, intitulada Orthographia pratica: en la qual se enseña a escreuir perfectamente… es, de hecho, el primer tratado de caligrafía español. Inspirada en las obras de los grandes calígrafos italianos, especialmente Giovanni Battista Palantino, la crítica ha relacionado su publicación con el surgimiento de la imprenta, que da origen al arte caligráfico como lo entendemos hoy. Dado que el término “caligrafía”, de uso extendido en la Antigüedad, había caído en desuso en la Edad Media, Icíar toma “ortografía” de Palantino. La obra comienza con unas normas útiles para el maestro que enseña a leer y una descripción de los elementos necesarios para el escribano para pasar a describir los diferentes tipos de letra, en primer lugar la cancilleresca. La edición de Zaragoza de 1548, realizada por Bartolomé de Nájera cuenta con grabados de Jean de Vingles.

Algo anteriores, aunque tristemente eclipsadas ante al prestigio y repercusión de la Gramática castellana a la que sirven de complemento, son las Reglas de ortographia en lengua castellana de Antonio de Nebrija, publicadas en Alcalá de Henares por Arnao Guillén de Brocar en 1517. Como nos recuerda Carmen Lozano Guillén, el paso del tratado de ortografía del latín a ortografía del castellano que se da en la obra constituye un importante cambio de paradigma: al ser este último una lengua viva pueden distinguirse las pronunciaciones, con lo que puede actuarse de modo inverso a lo acostumbrado, es decir, adecuar el sistema gráfico a las pronunciaciones reales estableciendo una “normalización” de la ortografía en base al habla.

Casi un siglo más tarde, en 1614, aparecerá en Baeza, en la imprenta de Pedro de la Cuesta, el Epitome de la ortografia latina, y castellana de Bartolomé Jiménez Patón, otro de los hitos en la historia de las ortografías del español que acabará desencadenando en la primera ortografía de la Real Academia Española, la aparecida en 1741 bajo el título Orthographía Española compuesta y ordenada por la Real Academia Española… La obra, que tendrá numerosas ediciones, estará vigente hasta la aparición en 1845 del Prontuario de ortografía de la lengua castellana.