Introducción

La Biblioteca Nacional de España ha querido contribuir al desarrollo de la lengua española a través de sus fondos, comenzando por los impresos más antiguos dedicados a ella.

En el año 2004, durante la celebración del Congreso Internacional de la Lengua Española que tuvo lugar en la localidad argentina de Rosario, el autor mexicano Carlos Fuentes unía la Historia de América y la de la Lengua en un discurso en el que se refería al español como lingua franca y nexo de unión entre tradiciones y culturas. Citando el Popol Vuh, en el cual “la palabra dio origen al mundo”, mostraba una América que ha sido y es un crisol de lenguas de todos los continentes, recordando, entre otros, que Detroit se pronunció en francés. Una vez más, con ocasión del Congreso de la Lengua, esta vez con sede en Panamá, grandes especialistas dedicarán unos días al lenguaje, ese “acervo patrimonial donde nada se pierde”, en palabras de Fuentes. Y, dado que el tema “El español en el libro” que lo define es especialmente cercano a una institución como la BNE, la Biblioteca ha querido contribuir al desarrollo de la lengua a través de sus fondos, comenzando por los más antiguos impresos dedicados a ella.

Diversos autores han puesto de relieve el papel del humanismo y la palabra como ejes fundamentales del pensamiento durante el Renacimiento. Baste ver que, de las cinco disciplinas de los studia humanitatis, nada menos que tres (Gramática, Retórica y Poética) tienen que ver con la Lengua y que la primera de ellas, la Gramática, se considera la base de las artes liberales. Y, si bien en el momento la lengua considerada más perfecta sigue siendo el latín clásico, al que hay que restituir a la perfección que se perdiera durante la Edad Media, también se da un nuevo impulso al estudio y conocimiento de la lengua materna. Así, el estudio de las lenguas vulgares gana un nuevo protagonismo coincidiendo con una nueva concepción de la enseñanza que se relaciona con el pensamiento humanista y en el marco de la cual tendrán lugar la fijación y el desarrollo del español a través de nuevos textos escolares que tratarán, cada vez más, ámbitos como la Ortografía, la Prosodia y la Métrica, la Morfología y la Sintaxis. Junto a ello, dado que la política y economía del momento favorecen la difusión de las lenguas vulgares y en concreto del español, irán apareciendo diversos manuales, vocabularios y diccionarios de nuestra lengua, con frecuencia como lengua extranjera.

La Biblioteca Nacional de España muestra a través de este portal una selección de algunas de esas obras en ediciones, muchas de ellas príncipe, que albergan sus depósitos. Entre ellas encontraremos las grandes obras de Antonio de Nebrija, pero también de otros destacados estudiosos de la lengua como Juan de Icíar, Sebastián de Covarrubias, Juan de Valdés, Alonso de Molina, Alfonso de Palencia o Bernardo de Aldrete. Todos ellos han contribuido, en diversos momentos y desde diferentes puntos de vista, a la difusión y el mejor conocimiento de la lengua española.