Manuel Blanco y la Flora de Filipinas

Imagen del Catálogo sistemático de las plantas fanerógamas coleccionadas en Filipinas por Hugh Cuming

Novicio del Colegio de los Agustinos de Valladolid, en 1805 fue enviado a Filipinas, donde aprendió el tagalo y ocupó diversos cargos dentro de la Orden. Botánico autodidacta, escribió su obra en sus momentos de ocio, siguiendo el sistema de Linneo. El interés de su obra se debe no solo a las excelentes descripciones de más de dos mil doscientas especies, sino también a las informaciones prácticas sobre su utilidad en la medicina popular y en la agricultura. En el tomo 4º incluyó el texto de Ignacio de Mercado “Libro de medicinas de esta tierra y declaraciones de las virtudes de los árboles y plantas que están en estas Islas Filipinas”. Según Retana, la edición consta de 1.500 ejemplares, que se imprimieron por Real orden, casi contra la voluntad del autor.  Su obra la continuó su compañero de la orden Antonio Llanos. Los herbarios de ambos se encuentran en el Real Jardín Botánico de Madrid.

 

El papel de las órdenes religiosas en Filipinas y el Pacífico es fundamental. La historia de Filipinas no puede entenderse sin la contribución de dominicos, jesuitas o franciscanos.