Miguel Hernández nació el 30 de octubre de 1910 en Orihuela (Alicante) y asumió en muy pocos años su compromiso con la escritura, mediante el que deambuló, desde una formación inicial incierta, por caminos inesperados.
Quiso ser poeta desde el principio e hizo todo lo posible para ello, a trompicones a veces con el lenguaje y los versos, en paciente aprendizaje de la palabra y la poesía, en sorprendida lectura de lo que estaban haciendo los contemporáneos, los más inmediatos, y de lo que habían escrito los clásicos.