El interés de Luis de Usoz por editar a los autores protestantes del Renacimiento Español, le llevó a nutrir su librería secreta con todo tipo de obras relacionadas con los distintos movimientos reformistas que se propagaron por Europa en la primera mitad del siglo XVI y desembocaron en el controvertido Concilio de Trento. La biblioteca del erudito pasó de contener un pequeño infierno de libros a convertirse en una de las colecciones de textos heterodoxos más importantes del mundo, en la que se mezclaron las obras de los principales protagonistas de la Reforma y Contrarreforma religiosas desde los tiempos de Erasmo, hasta el propio siglo XIX de Usoz. En esta sección se ofrece una pequeña muestra de los textos que contribuyeron a la gran transformación europea, algunos de ellos considerados verdaderos puentes entre el mundo medieval y el moderno en el que hoy nos movemos.
Para Erasmo de Rotterdam filología y teología eran disciplinas plenamente ligadas y abogaba por aplicar el método filológico humanista a los textos sagrados, tal y como se hacía con los clásicos greco-latinos. Esta idea chocaba con la imposición por parte de la Iglesia Católica de establecer la Vulgata como texto oficial e inamovible. Por ello, Erasmo aprovechó la oportunidad de dedicarle la obra a León X, un papa más preocupado por las letras que su predecesor Julio II, cuyo papado había estado más centrado en la actividad política y militar, y así obtener la aprobación pontificia.
Siguiendo el precepto de volver a las fuentes originales, Erasmo reúne los mejores manuscritos griegos y latinos que puede encontrar para fijar el texto griego del Nuevo Testamento y elaborar una nueva traducción al latín. Así, en 1516 publica en la imprenta de Johann Froben en Basilea la primera edición del Nuevo Testamento en griego. La Biblia Políglota complutense estaba ya impresa desde 1514 y contenía el texto griego pero, dado que no comenzó a circular hasta 1522, se considera la de Erasmo la editio prínceps. De hecho, Froben le apremió para terminarla con el objetivo de adelantarse a la publicación de la Políglota. Le siguieron cuatro ediciones revisadas en 1519, 1522, 1527 y 1535, en las que Erasmo iba introduciendo correcciones y nuevas notas.