Entre los movimientos más destacados de renovación cristiana surgidos en la Inglaterra del siglo XVII figura la Sociedad de Amigos, cuyos seguidores son conocidos como Cuáqueros (quake significa temblor en inglés) y definidos como “una corporación religiosa que no exige jamás a sus miembros el reconocimiento de alguna proposición de fe, y sostienen que el elemento esencial de la unidad es el amor de Dios y el amor a los hombres, entendido y practicado en el espíritu de Jesucristo”. Esta rama del humanismo evangélico fue fundada en Inglaterra en 1648 por George Fox, y se caracterizó por su rechazo a pagar diezmo a la Iglesia estatal, porque sus seguidores no juraban ante la corte, no se quitaban el sombrero ante los poderosos y no participaban en las guerras. En cambio, lucharon por el fin de la esclavitud, el trato humanitario a los criminales y la atención a los pobres.
Luis de Usoz sintió una profunda admiración por la Friend`s Society aunque nunca se afilió formalmente a ella ni a ninguna otra asociación religiosa, lo que puso de manifiesto en el prólogo a su último volumen de la RAE, “Historia de la Muerte de Juan Díaz”. La colección de Usoz cuenta con numerosos ejemplares relacionados con la Sociedad de Amigos, a la que pertenecieron sus colaboradores Benjamin Wiffen y George W. Alexander. Su fascinación por los cuáqueros y su decisión de no afiliarse a ellos podemos apreciarla en dos de sus cartas a B. B. Wiffen:
“Los cuákeros son muy perseguidos (me parece) por la calumnia y aún por la ceguedad de cristianos respetables. Pero lo que leo en sus obras, y lo poco que he visto de ellos, me mueve a creer que más que otros cristianos entienden del espíritu y el camino del Evangelio. Por eso sus obras me son dulces y útiles, y sus doctrinas hablan con más fuerza que las de otros a mi alma y entendimiento.” Mayo 1848
“Te mentiría si te dijese que todos los principios y usos de los cuákeros hablan igualmente a mi persuasión y a mi creencia en el evangelio. Los más, y los principales, sí. Todos, no. Pero ninguna secta cristiana me parece más en el espíritu y la letra del Evangelio, que los Cuákeros. Esta es mi ida religiosa” Mayo 1849