Después de las elecciones de 1982, el cambio de gobierno tuvo lugar sin problemas. Quienes no hace mucho habían sido perseguidos, eran ahora ministros. El apoyo electoral obtenido por el PSOE, a gran distancia de la oposición conservadora de Alianza Popular, dirigida por Fraga Iribarne, caracteriza la acción del nuevo gobierno que, en medio de una aguda crisis económica, emprende reformas para afrontarla.
En el plano internacional, finalizan las complejas negociaciones para el pleno ingreso en la CEE. En un nuevo referendum, convocado por el gobierno para confirmar la permanencia de España en la OTAN, los españoles volvieron a las urnas en una campaña muy polarizada. Con ambas decisiones, España se incorporó plenamente al escenario internacional.