TEA Tenerife Espacio de las Artes

El cuadro de Magritte hoy propiedad de TEA, La sombra terrestre (1928), perteneció desde que fue pintado, a E.L.T. Mesens, poeta y pintor belga muy próximo a Magritte. Se trata de un cuadro extrañísimo, enigmático, que representa tan sólo a un dinosaurio, en un paisaje con algo de lunar. No podía ser más adecuada, esta representación, para un museo ubicado en la isla de Tenerife, y puesto bajo la advocación del autor de Cueva de guanches.
Hemos cruzado el puente del Atlántico y nos hemos ido, en la representación de la Biblioteca Nacional, al hemisferio austral, y concretamente a la geométrica ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, y a su Museo, ubicado en el hermoso Parque municipal, y célebre por sus colecciones de paleontología.
Nosotros, recordando el gusto de los surrealistas por las publicaciones científicas, hemos colocado el cuadro tan preciso de Magritte, junto a las humildes fotografías de esqueletos de animales prehistóricos que contiene el fascinante folleto titulado El Museo de La Plata: Rápida hojeada sobre su fundación y desarrollo, aparecido en 1890, como separata del tomo I de su revista, y de la autoría única de su fundador y entonces director, Francisco de Paula Moreno (1852-1919).
En la Biblioteca Nacional hay otras publicaciones del mismo museo, entre las cuales destaca una de 1891, asimismo de la autoría de Moreno. La elegida muestra concretamente las referidas fotografías de las propias instalaciones, fotografías que de repente poseen un clima parecido al que reina en otro Museo de Ciencias Naturales, imaginario este: el de Klow, la capital del reino centroeuropeo –asimismo ficticio– de Sildavia, tal como se nos aparece  en Le sceptre d’Ottokar (1939), uno de los grandes álbumes del dibujante Hergé, compatriota y coetáneo de Magritte, con el cual compartió gustos, influencias, aire de la época, faroles bruselenses...